Durante este último fin de semana largo, la ciudad costera de Viña del Mar, específicamente la zona de Reñaca, ha sido testigo de una situación inusual que ha capturado la atención de visitantes nacionales e incluso extranjeros. Los dos socavones que forzaron la evacuación de cuatro edificios, incluyendo el internacionalmente famoso “Kandinsky”, se han convertido en el foco de un emergente “turismo de emergencia”.
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A pesar de las restricciones de acceso y la presencia constante del personal policial que busca mantener la seguridad en el área, algunos visitantes se han esforzado por acercarse lo más posible a los socavones, incluso aventurándose a subir las dunas que rodean la zona y bordeándolas desde el lado costero.
Este peculiar fenómeno turístico llevó incluso a la aparición de vendedores ambulantes que ofrecen sus productos en la cercanía de los socavones y hasta populares “carritos” del borde costero que se acercaron a la zona.
La delegada presidencial, Sofía González, emitió un llamado reiterado a los visitantes a que disfruten de la región de manera segura. “Hemos hecho el llamado reiterado a quienes visitan nuestra región a que lo hagan de manera tranquila, segura y también con prudencia. La situación de los socavones de Viña del Mar es una emergencia que sigue en desarrollo, así que el llamado es a que no nos expongamos, a no hacer turismo de emergencia, a que evitemos poner en riesgo nuestras vidas y que podamos seguir desarrollando este fin de semana de manera muy tranquila; es el llamado que queremos hacer a quienes nos visitan, es a la conciencia”, enfatizó la autoridad.
El SEREMI del Medio Ambiente, Hernán Ramírez, también realizó un llamado a vecinos y turistas: “Hacemos un llamado a las personas que anden por el lugar, a tomar todas las medidas necesarias para una adecuada prevención. Aquí hay un riesgo de erosión alto, por lo cual, evitar acercarse a este lugar y también de esa forma evitar entorpecer las labores que se están desarrollando en este sitio”.