Una declaración que pone calma y paños fríos a lo que se ha vivido en torno a los 50 años del Golpe de Estado tuvo ayer el Senado, una carta que firmaron todos los parlamentarios. Diferente ha sido el asunto con los diputados y en el Consejo Constitucional (ver secundario), pero desde la Cámara Baja hay coincidencia en que el ánimo no debería afectar la próxima tramitación de las reformas clave.
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La Cámara Alta vivió, primero, un minuto de silencio que fue respetado y, después, el presidente, Juan Antonio Coloma (UDI), leyó la declaración firmada por todas las bancadas. “Es imposible que pretendamos tener una visión común de la historia”, leyó.
Otro párrafo indica que los senadores tienen “la convicción de que ningún proyecto de transformaciones profundas puede impulsarse sin el acuerdo mayoritario de la sociedad”, a la vez que expresa que “nunca podemos tratarnos como enemigos, nunca la violencia es alternativa a la solución nacional de los desacuerdos. Nunca la dignidad del ser humano puede subordinarse a ningún objetivo político”.
“Quiero valorar y agradecer el tono y el ambiente de ponderación y mesura que ha atravesado el debate”, manifestó durante su intervención el senador Luciano Cruz-Coke (Evópoli), quien marcó una de las imágenes del día al darle un sentido abrazo a su par Isabel Allende (PS), hija del expresidente Salvador Allende.
Loreto Carvajal (PPD) lamentó el clima “polarizado” de los últimos días y llamó a “no repetir errores y horrores del pasado. Tenemos mucho que construir y, por tanto, debemos multiplicar e insistir en construir espacios de diálogo”.
Ese también es el mensaje que piden, algunos, en la Cámara de Diputados, donde a gritos terminó un homenaje a Salvador Allende el lunes pasado. El clima, creen los parlamentarios, no debería influir en el trabajo próximo, en que se verán temas clave como las reformas tributarias y de pensiones.
La diputada Carla Morales (RN) aseguró que “hoy la mirada debe ser hacia el futuro y colocando las urgencias de la ciudadanía en el centro. No lleva a nada seguir enfatizando las diferencias, más bien hay que buscar los puntos de unión para lograr tener buenas reformas, que se mejoren las bajas pensiones y que el Estado llegue correctamente a las personas. Debemos salir del debate del 11 y avanzar”.
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Catalina del Real (Ind.) complementó que “el ánimo del Gobierno de polarizar y generar divisiones entre los sectores políticos no contribuye al clima de diálogo que se necesita para sacar adelante estas reformas”. “Sin embargo, la tramitación debe seguir en pie y el Ejecutivo tiene que entender que también deberán ceder en puntos fundamentales si quieren un acuerdo transversal”, agregó la parlamentaria ex Chile Vamos.
Finalmente, su par Danisa Astudillo (PS) expresó sobre el clima de crispación política que “ha ido aumentando, y la conmemoración de los 50 Años sólo lo puso más en evidencia. La derecha ha radicalizado sus posiciones, pero llegó el tiempo de trabajar por el país, con altura, y el primer reto es sentarnos a conversar para sacar adelante reformas urgentes, como la agenda de seguridad, el pacto tributario y la reforma previsional”.
Los coletazos del “11″ también llegaron al Consejo
El Consejo Constitucional dio el lunes una declaración por el aniversario del Golpe de Estado en el que sólo estaban los miembros de Unidad por Chile. En un organismo que no ha sido capaz de encontrar los acuerdos que permitan aprobar un texto transversal, tampoco los hay sobre el rol del clima crispado.
Para Luis Silva (Rep.), “hoy los consejeros estamos enfocados en seguir dialogando para encontrar más espacios de acuerdos, próximos a iniciar las votaciones en el Pleno”.
El líder del partido mayoritario agregó que “tenemos una misión demasiado importante que tiene plazos muy exigidos, por lo que no nos hemos distraído con otras situaciones que en forma paralela también han ido ocurriendo en el país”.
Por su parte, la consejera Jocelyn Ormeño (PS) declaró que le preocupa que el texto que está siendo discutido no refleje el principio de “nunca más”. “Con preocupación vimos el negacionismo de un sector importante de la derecha, que pretende retroceder en materia de Derechos Humanos, reivindicar a los criminales de lesa humanidad, debilitar la democracia”.
“Para que el ‘nunca más’ sea real, debemos actuar con responsabilidad y convicción democrática transversal, anteponiendo los intereses de Chile por sobre ganancias mezquinas y entender que una Constitución debe ser la casa de todos y todas y requiere de un gran acuerdo nacional en el que una mayoría circunstancial no puede pretender imponer su ideología”.
El Consejo acordó el próximo cronograma: este viernes será el primer Pleno y todo se verá en el orden del texto, es decir, primero el capítulo 1, para “terminar aproximadamente el 4 de octubre con las votaciones”, según la presidenta, Beatriz Hevia.