No un par, ni algunos. Fueron decenas los temas que dividieron a los consejeros constitucionales durante el período de votaciones de las enmiendas por comisión; ahora vienen las discusiones en Pleno, donde esas posturas, que no pudieron ser salvadas en tres instancias diferentes de negociación volverán a hacer ruido.
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Yerko Ljubetic (CS) fue duro cerca de las 7 de la mañana del sábado, cuando terminaron las votaciones. Dijo que “hay grandes riesgos para Chile en virtud de los contenidos aprobados por la mayoría circunstancial”.
Un ejemplo de enorme desacuerdo es el aborto. Aunque en el texto que se aprobó no se habla del tema, sí se consagra el derecho “de quien está por nacer”. Como detalla Ljubetic, en lo que se aprobó “hay un retroceso en paridad, en igualdad de género, en avances logrados por las mujeres en sus derechos reproductivos...”.
Luis Silva (Rep.) insistió en que “si uno compara cómo quedó la norma y la Constitución vigente, las redacciones son casi identicas, sólo se cambia el ‘que’ por un ‘quién’. Por tanto, la relación con la ley actual sería la misma”.
Otro “logro” visto desde el punto de vista de la derecha es la “libertad de conciencia que se aprobó”, como indica María de los Ángeles López (Rep.), pero esa norma incluye la objeción de conciencia institucional, que permitiría a una clínica no practicar, precisamente, abortos si así lo deciden.
La misma consejera destaca los artículos sobre “la salud física y mental, la igualdad ante la ley, las garantias legales minimas” aprobadas, pero desde los partidos de izquierda aseguran que la realidad con esas normas será muy distinta. Karen Araya (PC) señala que en esta fase “se constitucionalizaron las isapres, las AFP, se desmanteló el estado social y democrático de derecho”.
Araya incluye a las AFP en este análisis, porque las normas visadas incluyen expresamente que la propiedad de los fondos previsionales es de las personas y la libertad para elegir quién los administrará, con lo que, de acuerdo a la consejera del PC, “modificar el sistema se haría imposible”, trabando, de paso, la actual reforma de pensiones.
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Dentro de estos ítemes, Unidad para Chile ha declarado que se afecta duramente la educación, aunque Sebastián Figueroa (Rep.) comenta que “la propuesta es un triunfo de la libertad de elegir la educación, de elegir el sistema de salud...”.
María Pardo (CS) resume que “la derecha ha terminado de desfigurar el trabajo de la Comisión de Expertos”, mientras que Antonio Barchiesi (Rep.) expone que es importante “dotar lo escrito por los expertos con las expectativas de los chilenos”.
Los derechos respecto del agua, sin duda, volverán a tocarse en los plenos, porque aunque se aprobó el derecho al acceso, desde Unidad por Chile señalan que eso es muy diferente a garantizar el derecho al agua. La posibilidad de concesiones sobre bienes nacionales también generó polémica y sorpresa.
A su vez, el nuevo capítulo de las Fuerzas Armadas fue defendido por Ricardo Ortega (Rep.) por ser “una promesa hacia las personas que votaron por nosotros”, aunque si una norma aprobada pudiese reflejar la falta de acuerdos en el Consejo es aquella que permite a los reos mayores de 75 años con enfermedades terminales cumplir la pena en el domicilio. La idea fue criticada, claro, por los consejeros oficialistas, y hasta por el ministro de Justicia, Luis Cordero, pues beneficiaría mayormente a condenados por crímenes durante la Dictadura.
En tanto, se rechazaron los escaños reservados a pueblos originarios y la paridad, temas que podrían reaparecer. Entre los asuntos relacionados con el Poder Legislativo, Beatriz Hevia (Rep.) valora “varias normas que fueron acordadas, como la disminución del número de parlamentarios”. Sí fueron varias las enmiendas que se votaron por unanimidad o amplia mayoría, pero eso podría no repetirse en los plenos, pues como indican desde Unidad por Chile, votaron en su mérito enmiendas de la derecha, pero no vieron la misma disposición de su contraparte, que rechazó todas sus propuestas.
De cara a la nueva etapa, Edmundo Eluchans (UDI) dice que “se lograron algunos acuerdos con la izquierda y tenemos la esperanza de lograr más en el pleno. Hay conversaciones que espero que terminen bien”. “No descansaremos en buscar esos acuerdos”, asegura Karen Araya (PC).
La disposición, dicen todos, está.
