“Luego del estallido social ocurrido en Chile y la pandemia, los problemas de estrés y de patología de salud mental en general aumentaron. Aunque no hay datos estadísticos objetivos para indicar, subjetivamente es claro el aumento de consultas en los servicios de urgencia por patología de salud mental, sobre todo en algunas poblaciones más vulnerables como nuestros niños, niñas y adolescentes, con aumento de autoagresiones e intentos suicidas”, explica el doctor Abel Morales Aravena, psiquiatra de adultos del Instituto de Salud Mental y Bienestar (www.Ismyb.cl) y jefe de la unidad de Salud Mental del Hospital de Copiapó.
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Los problemas de esa índole afectan significativamente en el último tiempo a los chilenos, sobre todo en su calidad de vida y su productividad laboral. Así lo avalan algunos índices de la 6ª versión del “Termómetro de Salud Mental en Chile” (enero 2023), elaborado por la ACHS y el Centro de Encuestas y Estudios Longitudinales de la U. Católica. Casi un 40% dijo haber consultado algún profesional de salud mental en su vida, un 16,6% lo hizo el último año y un 9,6% dijo estar recibiendo tratamiento psicológico o psiquiátrico. Además, sólo Turquía supera a Chile en el porcentaje de personas que creen que su bienestar emocional y psicológico está peor que antes de la pandemia.
“Considerando el aumento del estrés basal al que estamos sometidos tanto por la situación económica nacional y mundial, por los efectos de la pandemia y considerando que estamos inmersos en una sociedad cada vez más exigente, es que en la actualidad cualquier factor como retomar la ‘vida normal’ en marzo, puede ser un elemento que genere estrés. Por esta razón, es indispensable estar atento a los síntomas del llamado síndrome postvacacional -cansancio, ansiedad, angustia, cambios de humor, irritabilidad, insomnio, tensión muscular, cefalea, síntomas gastrointestinales, etc-, tomar medidas de prevención y autocuidado general y consultar debidamente a algún profesional si es necesario”, puntualiza el doctor Morales.
Tiempos violentos
Sobre las motivaciones que explican la agresividad y violencia latente en diversos ámbitos de nuestro país, el especialista del Instituto de Salud Mental (@Ismyb) agrega: “Aunque previo a la pandemia y a las cuarentena ya habían indicios de un aumento en la violencia y agresividad, reflejado en lo que fue el estallido social por ejemplo, la pandemia efectivamente ha propiciado en una exacerbación del mismo. Es una época de cambios, de incertidumbre, con una pandemia que no ha terminado, con una guerra en Europa, con una situación económica compleja a nivel nacional y mundial, lo que evidentemente genera un nivel estrés basal mayor, por lo que cualquier factor que amerite la necesidad de readaptación en nuestro día a día, de por sí, va a generar mayor ansiedad, frustración o estrés”.
Asimismo, el doctor Abel Morales analiza que “estamos inmersos en una sociedad con múltiples crisis, no sílo por lo dicho en relación a la crisis política, sanitaria, económica, etc., sino porque también vemos una sociedad en donde la violencia está siendo validada como una manera de obtener cosas y resolver problemas, una sociedad narcisista, poco empática, extrema, donde todo es blanco o negro, con baja tolerancia a la frustración y bajo control de impulsos, donde sólo importa mi punto de vista y si el otro no comparte mi opinión, es atacado, con escaso respeto y capacidad de diálogo. Una sociedad sin límites, donde la autoridad, por distintas razones, ha perdido su poder de control. Si extrapolamos esto al ámbito de mi especialidad, aunque suene descabellado, estamos en una sociedad que actualmente cumple criterios para decir que tiene una patología psiquiátrica y, como toda patología de salud mental, es necesario tratar de manera integral”.
¿Cómo recuperar la salud mental de los chilenos?
Agresividad latente, intolerancia y violencia están presentes en la cotidianidad nacional, desde la sala de clases a las calles. Los síntomas son tangibles a diario y Abel Morales advierte que “es claro que para revertir esto debe existir un cambio a nivel colectivo, pero tengo la convicción que si cada uno aportamos nuestro granito de arena, cuidándonos a nosotros mismos y con mayor respeto hacia los demás, podremos construir una sociedad mejor y más sana en cuanto a su salud mental”.
Igualmente, el psiquiatra destaca que “una de las cosas rescatables de la pandemia fue la búsqueda de alternativas de atención en salud tales como la atención online, la llamada telepsiquiatría. Aunque no era algo nuevo, con experiencias en el país previo a la pandemia, por colaboración entre especialistas de salud mental y no especialistas de atención primaria, la pandemia permitió que esta atención llegara para quedarse. No es secreto que el país tiene una distribución desigual de especialistas, con una mayor concentración en la zona central lo que, junto a nuestra geografía, dificulta el acceso equitativo a estos recursos, por lo que la atención online viene a suplir en parte estas falencias. En mi caso, trabajando en la región de Atacama, una de las regiones con menos especialistas de Chile, y próximo a trasladarme, la atención online me permitirá poder seguir atendiendo a pacientes de la región, apoyando de alguna manera a esta escasez de profesionales”.