El lunes de la semana pasada, en una actividad que encabezó el Presidente Gabriel Boric, fue anunciada la remodelación del importante eje Alameda-Providencia.
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Ese trabajo incluirá cambios en la Plaza Baquedano, como la desaparición de la rotonda del lugar, y la concreción de una larga ciclovía, entre otras numerosas obras, con aportes de cien mil millones de pesos del Gobierno central y de quince mil millones de pesos del Gobierno de la Región Metropolitana.
Cabe recordar que este proyecto, bautizado “Nueva Alameda-Providencia”, surgió en el segundo mandato de la Presidenta Michelle Bachelet, pero fue detenido por el Presidente Sebastián Piñera en su segunda etapa al frente del país.
Y el jueves anterior, el gobernador de metropolitano, Claudio Orrego, dio cuenta de que será reforzada otra idea nacida hace años, el “Paseo Urbano Mapocho”.
[ Las dos caras del Mapocho: la desigualdad golpea el ríoOpens in new window ]
Las labores de este proyecto concluirán en octubre de 2024 y gracias a ellas van a quedar disponibles seis accesos al río Mapocho en poco más de cinco kilómetros, con guardias, 28 cámaras de seguridad y rondas de equipos municipales y de efectivos de Carabineros del Plan Cuadrante para el resguardo de los visitantes.
Esas entradas estarán ubicadas en los puentes Padre Letelier, La Concepción, Purísima y Patronato, en el acceso Huelén y en el Parque Los Reyes.
La inversión total del Gobierno Regional para este trabajo bordea los siete mil 700 millones de pesos.
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TRABAJOS DESDE EL SEGUNDO SEMESTRE DE ESTE AÑO
“Santiago le ha dado la espalda a la naturaleza, porque esta ciudad se ha ido construyendo para los autos, no para los peatones ni para los ciclistas. Queremos que este Paseo Urbano Mapocho sea un gran regalo para reencontrarnos con un río que a lo largo de la historia significó segregación, contaminación e inseguridad, pero que en un tiempo más nos permitirá reencontrarnos con la naturaleza”, señaló el gobernador Claudio Orrego.
La licitación del proyecto será adjudicada en el primer semestre de 2023, para que las labores comiencen a ser ejecutadas en el segundo semestre de este año.
El proyecto fue aprobado de manera unánime por el Consejo Regional el miércoles 21 de diciembre, y se calcula que los trabajos tardarán un año y medio.
La propuesta contempla que el paseo esté operativo durante once meses seguidos, con un funcionamiento diario desde las 6am a las 21 horas como máximo.
En el mes restante serán efectuadas labores de conservación del lecho del flujo hídrico. Y, obviamente, tampoco podrá ser ocupado si se producen crecidas del río.
En todo caso, el jueves de la semana pasada se produjo la apertura provisoria de la ciclovía que está al costado del lecho del río, que puede ser empleada hasta abril de 2023, de lunes a viernes de 7:30 a 19:30 y los fines de semana de 9 a 18:30.
Victorino Goldberg, director ejecutivo de la ONG Map 8 (comprometida con la movilidad, el pedaleo y el medioambiente), dijo que “es excelente darle un nuevo paseo a la ciudad, con una autopista para bicicletas y un gran espacio para los vecinos”.
Y Víctor Hugo Romo, de la ONG Bicicultura, recordó que “este gran proyecto partió como un sueño de un grupo de jóvenes urbanistas que desearon un uso distinto del río”.
UN PROYECTO SURGIDO DESDE LA CIUDADANÍA
El río Mapocho Pedaleable es un proyecto de ciclovía nacido desde la propia ciudadanía, como una idea de dos estudiantes de arquitectura, Tomás Echiburú, y Pablo Larraín, los que con un grupo de pedaleros comenzaron a realizar cicletadas en el lecho en 2011, y dos años más tarde presentaron la iniciativa al Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones.
En 2014, con Claudio Orrego como intendente de la Región Metropolitana, empezó un trabajo intersectorial para desarrollar este plan, y en abril de 2017 la Presidenta Michelle Bachelet le otorgó prioridad.
Luego entró el Ministerio de Obras Públicas para ejecutar el proyecto “Construcción Paseo y Ciclovía Inundable Río Mapocho”, y en 2018 fue paralizado.
Ahora este idea de años es retomada para agregarle terminaciones, urbanización, instalaciones, paisajismo, 171 luminarias, mobiliario urbano y un circuito cerrado de televigilancia, entre varios otros elementos. Y todo ello será sin cortar ni retirar un solo árbol.
Además, cuatro de los seis accesos que tendrá el paseo serán excavados tipo escalara, y los restantes dos serán tipo rampa.
Habrá además seis plazas de acceso en la ribera y seis plazas de encuentro en el lecho, con ingreso universal.
Y estará conectado con el Parque Mapocho Río y con la Ciclovía Mapocho 42K, lo que permitirá recuperar para el uso de la comunidad nada menos que 24,5 hectáreas de espacio público.