La creciente emisión de gases de efecto invernadero ha causado que el aumento del calor sea absorbido por los océanos.
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Y si hace algunos años se esperaba como meta mundial que el aumento máximo de la temperatura del mar fuese de 1.5 °C, hoy, ante la imposibilidad de llegar a ese valor, se apunta a los 2 °C.
[ Calor extremo: tome nota del protocolo creado para la Región MetropolitanaOpens in new window ]
Pero esta diferencia de 0.5° no es menor, pues significa que aumentan las proyecciones de la cantidad de hielo que se derrite en la Antártica, la cantidad e intensidad de huracanes, tormentas y fenómenos de clima extremo, y la pérdida de biodiversidad.
¿Y en la zona central de Chile cómo impacta esto?
Las temperaturas más altas traen menos lluvias y veranos cada vez más calurosos, con frecuentes olas de calor. Y adaptarse a esta realidad climática se hace cada vez más urgente.
Para Magdalena Gil, académica de la Escuela de Gobierno UC e investigadora del Centro de Investigación para la Gestión Integrada del Riesgo de Desastres (CIGIDEN), actualmente existe una preocupación social y política más concreta por este tema, a diferencia de años previos.
La investigadora, junto a Luis Maldonado, académico del Instituto de Sociología, han recopilado algunos datos relacionados con la emergencia climática, en una encuesta realizada en la Región Metropolitana y en el marco del proyecto Fondecyt “Economía moral de los desastres socio naturales y el estado.
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[ Tome nota para proteger a sus mascotas del calorOpens in new window ]
En este sondeo, un 53% de los santiaguinos consultados considera que el calor es “totalmente riesgoso” tanto para la población general como para ellos mismos, un porcentaje que es similar a la percepción de riesgo de los terremotos, que es del 54%.
Según la investigadora, “se necesitan planes para las emergencias climáticas por las olas de calor, pues estas aún no están incorporadas en ningún protocolo oficial del sistema de gestión de riesgo, aun cuando ha habido algunos pasos importantes, a través de acciones del Ministerio de Salud y de un incipiente protocolo realizado por la Gobernación Regional Metropolitana de Santiago”.
EFECTOS EN LA SALUD
Tampoco hay y que desestimar el efecto que tienen las altas temperaturas sobre el bienestar físico.
Por eso el médico Luis Enberg, urgenciólogo y jefe médico del Servicio de Urgencia del Hospital Clínico UC CHRISTUS, recomienda no exponerse al sol.
“Lo importante durante las olas de calor es no exponerse al sol en el momento que existe la mayor cantidad de radiación, esto es entre las 12 del día y las 5 de la tarde”, expresa.
Además, es fundamental mantenerse hidratado.
“Si yo me tengo que exponer porque tengo que realizar alguna actividad o porque voy a realizar deporte, lo importante es ingerir suficiente agua, porque uno de los efectos de la exposición al sol es la deshidratación. Las personas adultas deben ingerir al menos dos litros de agua al día y aumentar la ingesta si va a realizar deporte o alguna actividad”, recalca.
CÓMO MANTENER FRESCA LA CASA
Otra de las aristas de la llegada del calor extremo es cómo evitarlo o disminuirlo en los espacios de la casa.
Con las altas temperaturas, tomar algunas simples medidas -que no siempre implican aumentar el consumo de energía eléctrica con aires acondicionados y enfriadores de aire- puede mitigar la sensación de calor extremo y ayudar a refrescar los ambientes.
El profesor del departamento de Ingeniería y Gestión de la Construcción de la Escuela de Ingeniería, Manuel Carpio, entrega cinco medidas sencillas, pero altamente efectivas para mantener las viviendas lo más aisladas posible.
[ ¿Cómo preparar tu casa para las altas temperaturas?Opens in new window ]
1.- Utilizar cortinas blackout en todas las ventanas durante el día. Ojalá estas sean térmicas, así se mantiene el calor aislado.
2.- Ventilar a primera hora del día, que es cuando está más fresco.
3.- Jugar con las ventilaciones cruzadas para generar pequeñas corrientes, así se crea movimiento de aire y renovación del mismo, bajando así la temperatura de la casa.
4.- Mantener las ventanas abiertas durante la noche.
5.- Utilizar ventiladores, de preferencia de techo, los cuales hacen circular el aire y bajan la temperatura de los espacios.
