Los incendios forestales que tiñeron el sol de naranjo y el cielo de gris, lamentablemente es un fenómeno habitual en la temporada estival. Sin embargo, el 2017 es un año que se destaca por la magnitud de los incendios ocurridos.
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Esta temporada dejó 500 mil hectáreas afectadas, más de 6 mil damnificados y víctimas fatales, siendo uno de los eventos incendiarios más destructivos de los últimos años.
De acuerdo a Diario Usach, el geógrafo y académico del Departamento de Ingeniería Geoespacial y Ambiental de dicha universidad, Alberto Alaniz, señaló que se están registrando patrones similares a los incidentes que antecedieron a los incendios de 2017.
“Tiene que ver con el patrón electoral de los incendios. En ese momento ocurrieron también en noviembre y diciembre, además de presentarse condiciones de calor muy similares”, señaló el académico.
Alberto Alaniz, quien es experto en áreas silvestres y conservación de la naturaleza, comentó que desde la década del 70, los incendios forestales han ido incrementando de manera lineal, tanto en cantidad como extensión.