Fue el miércoles 23 de noviembre cuando desde la Gobernación de la Región Metropolitana anunciaron que pronto habría un “Protocolo por Calor Extremo”.
Y ayer, justo tres semanas luego de lo anterior, el gobernador Claudio Orrego presentó un sistema asociado a un semáforo que recibió el nombre de “Código Rojo”, que contiene tres tipos de alerta para la zona más poblada del país.
Esta iniciativa, única en Latinoamérica, entrega recomendaciones y mandata acciones para, dependiendo de los pronósticos, resguardar la salud y la vida de personas que trabajan al aire libre, de estudiantes, de funcionarios de la salud y de ciudadanos en general.
Primera habrá Alerta Preventiva Verde desde 33º, lo que implica difusión del autocuidado y de la protección para trabajadores en riesgo.
Sigue la Amarilla, a contar de 34º, que pone alertas para actividades al aire libre, determina fiscalizaciones de puntos de hidratación de grandes eventos y de los trabajadores al aire libre, prepara a toda la red asistencial, da recomendaciones de ajuste de horario de las actividades deportivas en las escuelas y además refuerza el autocuidado.
Y la Roja es por si hay 35º o más, y recomienda suspender actividades al aire libre y deportivas en colegios, evalúa junto a la Delegación Presidencial la suspensión de eventos, detiene faenas si hay peligro y refuerza la red de salud para posibles casos de golpes de calor.
“Me muero de calor dejó de ser un dicho popular y se está convirtiendo en una realidad. De hecho, el calor extremo está matando a más personas en el mundo que todos los fenómenos del cambio climático juntos. Por ejemplo, se calcula que durante el último verano europeo perdieron la vida allá 55 mil personas por esta causa”, señaló Claudio Orrego.
“Por eso impulsamos esta iniciativa en la Región Metropolitana, para salvar vidas con este protocolo que nos servirá para alertar a la población y establecer limitaciones a distintas actividades que con temperaturas muy altas pueden afectar de gravedad la salud”, agregó el gobernador.
Cabe recordar que el último domingo hubo 35,7º en la estación medidora de Quinta Normal, chequeo que más encima es hecho a la sombra, la tercera temperatura más alta en la historia de la Región Metropolitana.
Además, las olas de calor aumentaron en Chile de nueve a 62 en las últimas diez temporadas de estío. E irán creciendo, según el Informe Anual de Medio Ambiente del Instituto Nacional de Estadísticas, INE.
Estos fenómenos pueden afectar de gravedad a adultos de más de 65 años de edad, a bebés y a niños pequeños, e embarazadas, a enfermos crónicas, a quienes trabajan o son activos al aire libre, y a personas en situación de calle o que viven en condiciones precarias.
“Las facultades para establecer prohibiciones ya existen y están en manos de la Seremi de Salud y también de la Dirección del Trabajo... Sobre los trabajadores al aire libre, es necesario tomar medidas referidas a hidratación permanente, uso de vestimenta adecuada y descansos cada cierto tiempo”, cerró el gobernador.
Por su parte, el seremi de Salud metropolitano, Gonzalo Soto, advirtió que “en las últimas semanas los peaks de temperatura han sido a las seis de la tarde. Eso implica que hay horarios en los que debemos protegernos, pues los golpes de calor son prevenibles”.
“Hay que resguardarse en lugares frescos, beber agua para bajar la temperatura corporal y usar paños fríos, por ejemplo. Hay que estar estar atentos a los grupos de riesgo y sobre todo protegerse para enfrentar el calor extremo”, sostuvo la autoridad sanitaria.
Y el vocero de la Dirección Meteorológica, Arnaldo Zúñiga, informó que “el jueves y el viernes hay un pronóstico de altas temperaturas entre las regiones de Coquimbo y del Maule.
“En la Región Metropolitana podríamos alcanzar los 34º, aunque hay algunos sectores que podrían llegar a 36º. Esa condición no se va a detener. En 2022 llevamos 21 días con olas de calor climatológico, y el año pasado fueron apenas nueve. Y durante el verano que se acerca podemos tener golpes de calor que afectan a la salud si no hay resguardos”, puntualizó.
