Durante el fin de semana se dio a conocer un particular registro de un lobo marino en la Feria Fluvial de Valdivia, en donde se puede ver al animal destruyendo y comiéndose algunos salmones, merluzas y hasta erizos de uno de los locales del sector.
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Según la información publicada por un diario local, la dueña del puesto 32 fue víctima de varios destrozos en su lugar de trabajo.
“Estuvimos toda la mañana con el lobo atrás del puesto, entonces se acercaba y lo correteábamos. Se iba y luego volvía”, dice Solange Cárcamo, dueña del puesto, en una conversación con el Diario Sostenible.
“En un momento me doy cuenta que el lobo está detrás mío y se sube al puesto y se come todo”, narró la mujer.
Asimismo, mencionan que no es primera vez que un animal pasa las barreras, y que este problema está relacionado con la mala infraestructura de la reja que está posicionada en el mercado, además de la mala administración para deshacerse de los desechos.
“Lo que pasa es que todos trabajamos limpiando pescado y nosotros votamos los huesos y cabeza en la parte de atrás. La municipalidad tiene solo cuatro tarros para la basura para toda la feria y estamos hablando 32 puestos de pescados más 34 puestos de verdura y luego nos echan la culpa a nosotros que los alimentamos y que por eso están acá”, asegura Cárcamo.
“Además, las rejas que hoy existen no funcionan. Los lobos marinos dan la vuelta por las otras aperturas que hay en la costanera y llegan al mercado “, añadió.
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Por su parte, un experto en mamíferos marinos de la Universidad Austral de Chile, Rodrigo Huck, comentó que hay un trasfondo mucho mucho más allá, y es que los lobos marinos presentan sinantropía, que es la capacidad de algunas especies que habitan ecosistemas urbanos y que se terminan adaptando al humano, por ende este hecho puede causar tanto ventajas como desventajas.
“La caracterización de estos grupos de animales que han llegado al mercado fluvial son machos viejos y algunos juveniles, quienes no participan de la reproducción de verano”, comentó el profesional.
“Efectivamente hay una sinantropía fomentada para que los animales permanezcan acá y eso tiene ventajas y desventajas como el atractivo turístico y por otro lado, los potenciales ataques ya que son animales salvajes”, explica.
En misma línea, el experto enfatiza en que “el contacto directo entre lobo y humano no debería ser fomentado, como sucede en la costanera en donde hay rejas que están abiertas para que los lobos suban a esta colonia de descanso. Eso es potencialmente peligroso. Debería entonces ser un acceso más restringido, para así también proteger a estos animales”, aconsejó el profesional.
“No se puede trabajar así”
A raíz de esta situación, el tesorero del sindicato de trabajadores de la Feria Fluvial, pidió a las autoridades que tomen medidas al respecto para evitar futuros accidentes, que podrían ser más graves.
“No sé puede trabajar así porque en cualquier momento un lobo marino puede atacar a una persona o a un trabajador (...) Lo más preocupante es que un día el lobo se vuelva loco ataque en la zona del cuerpo a alguien y puede pasar algo muy grave”.
“La solución más práctica sería que las rejas fueran más firmes, más altas, para que no salten. También solucionar el tema de las escaleras que conectan con el río”, afirma en una entrevista a Radio BioBio.
Finalmente, el administrador del municipio, Cristian Oñate, reveló las acciones que tomarán para que esta situación no vuelva a ocurrir: colocar señalética pidiendo no alimentar a los lobos marinos, reparación de la reja metálica que divide el borde fluvial con la feria y dotarla de mayor altura.