Según la Organización Mundial de la Salud, OMS, “la salud mental es un estado de bienestar en el que el individuo se da cuenta de sus propias capacidades y puede hacer frente a las tensiones normales de la vida, trabajar productivamente y hacer una contribución a su comunidad”.
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Y la Defensoría de la Niñez se dio la tarea de investigar cómo está la salud mental en nuestros menores de edad por medio de un trabajo hecho junto a la Escuela de Salud Pública y al Centro de Estudios de Seguridad Ciudadana de la Universidad de Chile, que dejó resultados que dejan un gran manto de preocupación.
El texto titulado “Estudio de políticas públicas relacionado con la salud mental de niños, niñas y adolescentes” fue presentado por la defensora de la Niñez, Patricia Muñoz, y lo comentó la ministra de Salud, Ximena Aguilera.
La investigación se basó en evidencia internacional y en consultas a expertos, y fueron agregadas una encuesta a 751 adolescentes y también grupos de conversación con niños, niñas y adolescentes que viven bajo cuidado del Estado.
RESULTADOS PARA MEDITAR
En la encuesta, por ejemplo, la ansiedad es reconocida con un 92,9% de menciones como un problema, seguida por la depresión (92,3%) y las autolesiones (77,5%).
Además, fueron identificados los grupos especialmente afectados: quienes viven bajo el cuidado del Estado (84% de las respuestas), integrantes de la comunidad LGBTIQ+ (82%), niñas y adolescentes (65%%) y quienes tienen alguna discapacidad (58 %).
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En relación a si han sido o no atendidos, cuatro de cada diez de los encuestados indicó que nunca ha recibido atención de profesionales de la salud mental. Y entre los que la han recibido, la valoración positiva de aquella experiencia solo llegó al 38% .
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Una de las principales alertas del estudio es que existe un predominio de la oferta de tratamiento por sobre la promoción o prevención, y aún así la oferta es insuficiente en todos los ámbitos de la salud mental.
También se pone el foco en la carencia de un sistema integrado de información sobre el estado de la salud mental en la infancia y la adolescencia, que sea accesible a todas las instituciones vinculadas al tema.
LOS ANÁLISIS
Por ello, la Defensoría de la Niñez recomienda aumentar el financiamiento para abordar esta temática, crear una Comisión específica y generar planes y programas intersectoriales.
“Quisimos elaborar propuestas y recomendaciones para contar con una nueva red de salud mental para este grupo etáreo, que incorpore los desafíos identificados en esta investigación”.
“Así buscamos estar en línea con estándares internacionales de derechos humanos que permitan, sobre todo, asegurarles a ellos y ellas el ejercicio efectivo de su derecho a la salud, a la supervivencia y al desarrollo en su máximo potencial”, dijo la defensora de la Niñez.
Por su parte, la ministra de Salud agregó que “la salud mental es una de nuestras prioridades. El Presidente ha sido explícito sobre este punto, y por eso es muy importante reconocer a la salud mental como un elemento esencial, que más encima se vio agravada debido a la pandemia de coronavirus, especialmente en los menores que viven bajo el cuidado del Estado”.
