El pasado jueves 18 de agosto es una fecha que los responsables de las Isapres no olvidarán. Es que ese día, justo cuando la Asociación que agrupa a las principales aseguradoras abiertas se reunió con el Ministerio de Salud y la Superintendencia de Salud para abordar la crisis que dicen las tiene al borde de la quiebra, la Tercera Sala de la Corte Suprema falló por 5-0 que quedaban sin efecto las alzas de los contratos de un 7,6% de este año de Consalud, Colmena, Cruz Blanca, Vida Tres, Banmédica y Nueva Más Vida.
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Eso beneficia a sus 3,3 millones de afiliados, como aclaró el viernes 19 la ministra vocera de la Corte Suprema, Ángela Vivanco, quien integra la Tercera Sala que según muchos les dio a las Isapres un golpe mortal, pues en 2021 y 2020 también fueron congelados los precios.
Las aseguradoras dicen que están muy cerca de la quiebra, la que se daría en semanas o meses, y que 2021 fue su peor año, con 137 mil millones de pesos de pérdida. El desglose de esa cifra es el siguiente: Banmédica con -$ 38.107 millones; Consalud con -$ 78.911millones; Colmena con -$ 15.019 millones; Vida Tres con -$ 52 millones y Nueva Masvida con -$ 5.022 millones.
Y ya en el primer semestre de 2022 las pérdidas son de 76 mil millones de pesos.
“Estos resultados nos ponen en el peor escenario en la historia de las Isapres. El sector se ha visto presionado por el congelamiento de precios, el aumento de licencias en los últimos años y el incremento de las prestaciones, a pesar de los esfuerzos realizados por parte de las Isapres por administrar este escenario y continuar brindando salud de calidad a sus afiliados, lo que nos ha llevado a una situación muy compleja”, señaló el presidente de la Asociación, Gonzalo Simón.
“Pero no solo atendemos a nuestros 3,3 millones de usuarios, sino que además a una importante parte de la población, nada menos que diez millones de personas anualmente, por lo que somos una pieza fundamental en la cobertura de salud de todos los chilenos. Y vemos con preocupación estos resultados porque ponen en riesgo la sostenibilidad del sistema completo, que puede colapsar, con las consecuencias que implica”.
“Las Isapres han impulsado los cambios que estimamos son necesarios para hacer un sistema de salud más accesible, equitativo y que pueda entregar en el largo plazo los beneficios que las familias necesitan y demandan, pero para poder lograr estos cambios primero debemos ser capaces de ser sostenibles en el proceso”, añadió el ejecutivo.
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VOCES EXPERTAS
Pero Patricio Silva Rojas, decano de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Central y subsecretario de Salud de 1990 a 1994, pone paños fríos al tema.
“La Asociación de Isapres ha presentado hechos y cifras, pues quiere una solución. Y es un buen signo la mesa de trabajo establecida con el Minsal y la Superintendencia, que debe trabajar rápido y sincerando los temas”.
“Lo esencial es prevenir que los 3,3 millones de afiliados al sistema privado paguen las consecuencias de una gran crisis. Muchas de esas personas están en tratamientos o a la espera de cirugías, no hay que olvidarlo. Por otro carril debe ir la reforma, un gran cambio que es lento y requiere de una transición... No me cabe en la cabeza que se deje caer a las Isapres, las que deben seguir existiendo”.
Y Claudio Sapelli, académico del Instituto de Economía de la Universidad Católica, indicó que “la quiebra de las Isapres y el traslado de sus afiliados a Fonasa significaría un importante deterioro en la cobertura financiera y en el acceso a las prestaciones de esas personas, que sería perjudicadas pues el seguro público es peor que el privado”.
“Parece que al Gobierno no le importa eso, aunque también significaría un menoscabo en la atención a los beneficiarios de Fonasa. La autoridad no está dispuesto a darles a las Isapres señales de continuidad, por lo que no tiene sentido que sigan haciendo aportes de capital. Más pronto que tarde desaparecerán de hecho, aunque no de derecho, que da la impresión es el efecto deseado”.
“PUEDEN SEGUIR FUNCIONANDO, PERO NO COMO HASTA AHORA”
Esteban Barra es un abogado especializado en temas y litigios vinculados al sector salud, por lo que posee una asentada visión del sector.
“Lo que pasa refleja la crisis del sistema privado, que se suma a la ya conocida del área pública. Y lo que vemos hoy se genera por los reclamos de la ciudadanía por tener prestaciones más justas, por alzas injustificadas, por la negación de atenciones y de remedios, etc. Y ello se enmarca además en el especial momento del país debido al proceso constitucional”, declaró el profesional de la firma BACS Abogados.
Y añadió que “ahora es incierto hablar sobre posibles efectos en sus afiliados, pues aún no vemos alguna quiebra. Cuando hubo problemas con otras Isapres, el asunto fue resuelto por otra vía, como la compra de Más Vida por un inversionista extranjero que quiere ampliarse sumando a Colmena”.
Según Esteban Barra, “si las grandes utilidades de antaño las hubieran reinvertido y además no rescataban todas las ganancias, esta crisis no existiría. Pudieron ser más racionales, pero es cierto que el sistema les permitió a las Isapres actuar así. Pero si se dan quiebras, hay que buscar responsabilidades”.
“Esta industria puede seguir funcionando y ser eficiente en lo económico, aunque no como ha funcionado hasta ahora, casi sin control, pues entrega un servicio de carácter social. La batalla mediática que están dando las Isapres también es un mensaje político, y tiene que ver con su falta de crédito social y su inminente modificación”.
“TAMBIÉN SON RESPONSABLES, PUES ABUSARON DURANTE MUCHIO TIEMPO”
El diputado Andrés Cellis Montt, de Renovación Nacional, es integrante de la Comisión de Salud. Y desde ese lugar es muy crítico del actuar de las Isapres.
“Antes de todo, me preocupan sus afiliados. Pues si el sistema quiebra, la mayoría de ellos iría a Fonasa, que no da abasto con sus propias responsabilidades de hoy. Así es que mejor ni pensar si debe asumir a parte importante de quienes están en el sistema privado . Si quiebran las Isapres muchos serán perjudicados, pero además no me dan las cifras de la reforma del Gobierno”.
El parlamentario dijo que “a las aseguradoras hay que fijarles un nuevo marco regulatorio. Lo que hay no da para más. Esto no se arregla con un cambio superficial, sino que debe ser uno total. Y hay que hacerlo respetando siempre los fallos de la Justicia, como el que recién acaba de congelar las alzas de precios de los planes. Las Isapres que se adapten podrán seguir, y las que no tienen una puerta ancha para salir”.
“En todo caso, las Isapres son también responsables de lo que les sucede, pues abusaron durante mucho tiempo. Tampoco son unos santos. Por eso deben asumir su cuota de culpa. Y así como son parte del problema, también deben ser parte de la solución”.