Este miércoles se realizó en el Congreso el sorteo del primer grupo de diputadas y diputados que deberán someterse al test de drogas. Y es así que apareció la primera parlamentaria que está pensando en no realizarse la prueba de pelo, hablamos de Marcela Riquelme (Ind-FA).
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El examen de pelo se realizará en el laboratorio de la Universidad de Chile entre los días 22 y 30 de agosto. El presidente de la Cámara, Raúl Soto, explicó que “el diputado o diputada tendrá que hacer una declaración jurada en caso de que efectivamente tenga alguna prescripción médica de algún medicamento. Vamos a tomar todas las consideraciones del caso para que el proceso se desarrolle de la mejor forma posible”.
La diputada Riquelme explicó que “no estoy de acuerdo con el procedimiento, que ha infringido nuestra privacidad y principios esenciales que venían en el protocolo”.
Según la norma, si la diputada o el diputado se niega a hacer el examen, recibirá una sanción de parte de la Comisión de Ética y Transparencia de la Cámara.
En tanto, los parlamentarios que den positivo en el test serán informados públicamente y deberán dar su autorización para el levantamiento de su secreto bancario. Si existe una transacción por sobre las 800 UF (casi $26.900.000), deberán justificar los montos y si no puede hacerlo, la información será derivada a la Comisión de Ética y Transparencia de la Cámara o al Ministerio Público.
Riquelme en reflexión
El punto que a Riquelme le hace dudar es que aquel que dé positivo, verá levantado su secreto bancario. “El protocolo decía que esto iba a ser reservado”, precisó.
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“Es una opción muy legítima (no realizarse el test), porque una cosa es el procedimiento y otra es la vulneración de derechos fundamentales”, agregó.
Por otra parte, cuestionó que este mecanismo sea eficaz para combatir al narcotráfico. “La medida efectiva para ello era la apertura de las cuentas corrientes, que es algo que la derecha no aceptó”, dijo.