El Instituto Nacional de Estadísticas, INE, dio a conocer el jueves 21 de julio la denominada “Encuesta Suplementaria de Ingresos”, o ESI, correspondiente a 2021.
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Este es un módulo complementario aplicado al interior de la Encuesta Nacional de Empleo, ENE, y sus datos son recolectados cada año en el trimestre móvil octubre, noviembre y diciembre para caracterizar los ingresos laborales de las personas ocupadas a niveles nacional y regional.
Un dato que llama la atención de inmediato es que el ingreso promedio en 2021 en el país fue de $681.039 neto mensual, lo que resulta de los $749.046 para los hombres y los $586.178 para las mujeres, con una brecha de -21,7% en desmedro de ellas.
Estas cifras corresponden al ingreso bruto menos los descuentos por previsión y salud.
Pero el ingreso mediano (es decir, el que recibe alguien representativo de la mitad de la población) apenas llegó a $457.690. Y nada menos que la mitad de quienes laboran en Chile percibieron ingresos menores o iguales a este monto.
Este ingreso mediano surge de los $500.000 para los hombres y los $405.348 para las mujeres.
Además, las personas ocupadas fueron 8.243.580: 4.801.422 hombres y 3.442.177 mujeres.
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El tramo de ingresos de $300.000 a $400.000 concentró a un 18,6% de las personas ocupadas, mientras que los tramos de $400.000 a $500.000 y de $500.000 a $600.000 concentraron un 15,4% y un 9,8%, respectivamente.
Y del total de ocupados, un 16,9% recibió ingresos mayores o iguales a $1.000.000. Y solo un 1,9% percibió ingresos mayores o iguales a $3.000.000.
Según la categoría ocupacional, la población ocupada en la distinción empleador percibió un ingreso medio mensual de $1.258.737. Mientras que las personas asalariadas del sector público, del sector privado y los trabajadores por cuenta propia percibieron $949.392, $722.211 y $385.072, respectivamente.
Sobre las regiones, los ingresos promedios de Magallanes, Metropolitana y Antofagasta fueron $844.329, $780.454 y $765.318, respectivamente, y quedaron sobre el promedio nacional de $681.039.
Y el ingreso mediano de las regiones de Magallanes, Antofagasta, Aysén, Atacama y Metropolitana fue de $587.754, $570.000, $537.086, $506.685 y $500.000, respectivamente.
VISIONES DE EXPERTOS
El economista e investigador de la Fundación Sol, Marco Kremerman, indicó que “para entender los bajos salarios del país hay dos explicaciones. Una tiene que ver con los efectos de la pandemia de coronavirus, pero ese no es el principal factor. Lo central es un tema de carácter estructural, por eso es tan importante mirar los datos hacia atrás. Por ejemplo, en 2021 el salario mediano es de $457.690, pero el de 2017 actualizado es de cerca de $461.00. O sea, en cuatro años esos ingresos bajaron”.
“Estos son datos muy preocupantes. Y si uno va al indicador más bajo que hay en Chile, la línea de la pobreza, que es el el piso del subsuelo, ahí el ingreso promedio que se considera para una familia de cuatro personas es de alrededor de $530.000 líquidos. Y con esta medición, la mitad de los trabajadores está por debajo de los $458.000”.
Por su parte, la economista, Karol Fernández, académica de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad San Sebastián, enfatizó en que “los sueldos están relacionados con la productividad, por lo que si un trabajador es más productivo debiese tener un ingreso más alto. Eso implica que en Chile hay una baja productividad, factor ligado a la educación y a la preparación. Y ese es un tema que el país ha venido arrastrando desde hace tiempo. En estos bajos sueldos también podría influir la migración, pues cuando hay olas muy grandes de ella como se ha dado, los extranjeros tienden a cobrar menos para ser contratados”
Y Gustavo Marcos, economista y docente de la Universidad Andres Bello, dijo que “este problema de los ingresos es dinámico. En términos generales, cuando quienes pueden se sientan a negociar (NOTA: Menos del 10% de la masa laboral), ya sean trabajadores privados con sus empresas o públicos con el Estado, consiguen que les paguen el crecimiento económico y la inflación. El punto que hay que considerar es que se mantiene la misma distribución del ingreso. Aparte, desde el sector político y económico vinculado con la derecha se dice que por qué hay que pagar más si los trabajadores no tienen mucha educación, lo que se traduce como el factor de productividad”.
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SUELDOS PROMEDIOS Y MEDIANOS DE ALGUNAS COMUNAS DE LA RM
El promedio es la suma una cantidad de números dividida por esa cantidad, por lo que cifras altas tienen a distorsionar la realidad.
Y la mediana es el valor que ocupa el lugar central de todos los datos cuando son ordenados de menor a mayor, y es considerada más representativa.
Vitacura: Promedio: $1.768.788. Mediana $1.216.043.
Las Condes: Promedio: $1.563.734. Mediana $1.024.516.
Ñuñoa: Promedio: $1.268.128. Mediana $1.044.727.
Maipú: Promedio: $741.192. Mediana $506.684.
La Florida: Promedio: $578.929. Mediana $499.000.
Puente Alto: Promedio: $553.357. Mediana $497.489.
Lo Espejo: Promedio: $416.027. Mediana $382.040.
La Pintana: Promedio: $377.751. Mediana $370.000.
GRAN DIFERENCIA POR EL GÉNERO
Karol Fernández, académica de la USS, agregó que “la brecha de género está en torno al 21%, es decir, los salarios de los hombres son un 21% mayores que los de las mujeres. Con mismos puesto y esfuerzo, ellas ganan menos que sus compañeros. Un estudio del Foro Económico Mundial dice que si todo sigue como está ahora, la brecha se cerraría recién en 132 años más, por lo que este es un tema global”.
“Influyen el trabajo doméstico, la maternidad y el “techo de vidrio de las mujeres”, que implica que ellas no pueden subir a altos niveles. Esa diferencia es de forma paradójica mayor cuando la mujer es más capacitada, y en este estudio del INE llegó al 35% para personas con estudios de posgrado”.
POCO PODER DE LOS TRABAJADORES
Marko Kremerman, de la Fundación Sol, precisó que “no hay herramientas desde el mundo del trabajo para que los frutos del crecimiento y de la riqueza del país se reflejen en mejores salarios. Carecemos de un modelo de relaciones laborales que permita negociar masivamente”.
“Cuando hay poco poder en el mundo del trabajo se da lo visto en Chile desde hace décadas: un país que ha crecido mucho, pero que tiene un problema específico con los ingresos de la gente porque el modelo se agotó. A más de la mitad de los trabajadores en promedio el sueldo no les alcanza para sacar a su familia de la pobreza, lo que les lleva a tener niveles de endeudamiento muy altos”.
EFECTO PANDEMIA EN LA MUJERES
Gustavo Marcos, de la UNAB, resaltó que “de los encuestados por el INE, el 53 % correspondió a mujeres y fueron considerados incluso los trabajos informales. Todo fue tomado en cuenta”.
“Y se puede afirmar que todavía la participación laboral de las mujeres es muy baja. No hay que olvidar que cuando empezaron a despedir gente debido a la pandemia de coronavirus, comenzaron por ellas. Lo que podemos estar viendo ahora es que hay más mujeres fuera del mercado laboral porque las políticas de despido fueron contra ellas, porque son consideradas “más caras”, porque pueden quedar embarazadas, etc. Por lo tanto, retrocedieron respecto de años anteriores.