Este jueves, la Asociación de Isapres respondió a los dichos de la ministra de Salud, María Begoña Yarza, quien se ha mostrado escéptica sobre la presunta situación crítica en la que aseguran estar las aseguradoras.
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Según recoge La Tercera, esta semana, la titular de Salud manifestó que no cree que ocurra la caída de una Isapre, dado que dichas compañías han registrado buenos números en los últimos 15 a 20 años, teniendo pérdidas solo en 2021.
“Yo me imagino que hay recursos guardados para estos momentos”, manifestó Yarza, añadiendo que “estas organizaciones se organizan en holding, son empresas más grandes. Yo imagino -y creo que así debe ocurrir- que estos holding van apalancando, van haciendo un manejo inteligente”.
Ante dichas declaraciones las Isapres reiteraron que “el sector se encuentra en una situación crítica” y enumeraron una serie de puntos explicando porqué se llegó a este punto.
En primera instancia, indican que “el sistema de Isapres registra pérdidas por $ 170 mil millones en los últimos 15 meses. El problema de fondo no tiene que ver con esta cifra, sino con el impedimento para corregir esta situación provocado por la Superintendencia de Salud al desconocer las normas dictadas, solo meses antes, que disponen un mecanismo valido para el cálculo de los ajustes de precio. Así, ante una imposibilidad de ajustar las tarifas y con los costos de salud al alza, coberturas fijas y de por vida para los afiliados, las Isapres caerían en un déficit permanente, que inevitablemente marcaría el final del sector”.
En segundo lugar, advierten que “la Ley 21.350 congeló el precio de los planes por dos años y le quitó a las Isapres la potestad de ajustar las tarifas, trasladándola a la Superintendencia de Salud. Esta entidad calculó la variación de costos en el sistema, constató un alza del 30% y fijó un 7,6% como tope de reajuste. Las isapres cumplieron cabalmente la norma, que fue objetada posteriormente por la Superintendencia de Salud y ahora está siendo revisada por la Corte Suprema”.
Como tercer punto, las aseguradoras plantean que en este escenario, “y a raíz del llamado de urgencia que ha hecho este gremio, la máxima autoridad del Ministerio de Salud ha emplazado a que las isapres usen ahorros para evitar un cierre forzoso. Pero si se considera la información del sistema desde 2018 hasta marzo pasado, el resultado es una pérdida de $ 14 mil millones. A ello se suma que los sectores productivos destinan los excedentes a distintas inversiones que empujan el empleo, permiten desarrollar la economía y el país, y no están disponibles en una cuenta”.
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En esa línea, plantean que “tal como afirmó la ministra de Salud, detrás de cada Isapre existe un grupo controlador que hasta ahora ha asumido los costos del sistema para asegurar que se mantenga funcionando, sin embargo, esa figura no es sostenible, dado que un déficit financiero permanente pone en riesgo al grupo completo”.
“Debemos ser tajantes: las isapres ya no tienen margen de operación, hoy funcionan únicamente con aportes de capital de sus dueños y el cierre puede producirse en solo meses. Afirmar lo contrario es arriesgado, porque hay de por medio casi tres millones y medio de afiliados que escuchan llamados a la tranquilidad y que podrían verse, de la noche a la mañana, sin cobertura de salud, a la vez que Fonasa tendría que acoger a cientos de miles de nuevos afiliados en una red de prestadores estrecha y que mantiene abultadas listas de espera”, advierten.
El gremio asegura que “el gobierno propone una reforma que establece un sistema de salud único que elimina las isapres. Pero si es que existe la decisión de cerrar las isapres administrativamente este año, por medio de impedir un ajuste de precios que permita cubrir las obligaciones contractuales, es importante que lo informen y expliquen el impacto que tendría para los beneficiarios”.
Finalmente, las Isapres cierran esperando que en la próxima reunión con la ministra Yarza, “podamos informarle en detalle sobre la crítica situación financiera que aqueja al sistema”.