Un dato más que preocupante consiguió por medio de Transparencia la consultora Praesidium, dedicada a la prevención del abuso sexual en menores y adultos.
La Dirección del Trabajo recibió hasta el 31 de mayo nada menos que 415 denuncias por acoso sexual, un promedio de 83 por mes.
En 2021 hubo 593 denuncias, lo que promedió cerca de 50 denuncias mensuales, por lo que la proyección es un aumento del 66% para este año. Y al igual que en 2021, la Región Metropolitana ahora también lidera la lista.
La ministra de la Mujer y la Equidad de Género, Antonia Orellana, sostuvo al respecto que “estamos trabajando junto a la Dirección del Trabajo y a la Subsecretaría del Trabajo para apoyar a las empresas en generar o actualizar procedimientos de denuncia con enfoque de género, considerando que hemos iniciado la ratificación del convenio 190 de la Organización Internacional del Trabajo, OIT, que nos insta a adoptar estrategias integrales para prevenir y combatir situaciones de violencia, abuso y acoso”.
La secretaria de Estado añadió que “considerando las cifras de denuncias a la fecha, que suben año a año, nos parece fundamental velar especialmente por el resguardo de las personas denunciantes en un marco de garantías, propiciando las debidas medidas de reparación y sanciones correspondientes. Lo anterior está en concordancia con nuestro de Programa de Gobierno y con querer garantizar espacios seguros de trabajo para las mujeres, priorizando el enfoque preventivo. Por eso se pretende reforzar planes de prevención atingentes a este tipo de conductas. Además, esperamos que el trámite de la Ley Integral de Violencia nos permita actualizar las falencias”.
Y Ximena Schencke, directora ejecutiva de Praesidium en Chile, sostuvo que “es muy preocupante que aumenten tanto la denuncias de un año a otro. Mirando el lado bueno, eso significa que las afectadas, pues casi no hay hombres que denuncien, se están atreviendo a dar a conocer sus casos, lo que hace diez años era algo muy excepcional, por miedo a las represalias, a perder el trabajo o a quedar marcadas como conflictivas”.
La ejecutiva explicó que “no hay que pensar que porque en 2020 y 2021 hubo mucho trabajo remoto estas situaciones no se dieron. Las constatamos también en las labores a distancia”.
Ximena Schencke sabe, en todo caso, que los casos deben ser muchos más, pero valoriza como un avance en la visibilización del problema las cifras que les entregó la Dirección del Trabajo.
“El acoso sexual en el trabajo ni siquiera tiene que ser tan evidente. Por ejemplo, bromas subidas de tono o invitaciones a salir entran en este campo. El empleador debe estar atento y lo ideal es contar con protocolos, canales anónimos de denuncia, reglas claras para todos, sanciones conocidas y permanente capacitación”.
UNA MIRADA DESDE EL PARLAMENTO
La diputada Erika Olivera, integrante de la Comisión de Mujeres y Equidad de Género, declaró sobre este tema que “el país cuenta con herramientas que han permitido que las personas se atrevan a denunciar el acoso sexual en el trabajo. Además, gracias a ello se habla del tema y están claros los conceptos de acoso sexual y de abuso sexual. Eso es muy importante, pues durante años normalizamos conductas que hoy son identificados como acoso, por lo que ahora es es posible detectarlas, denunciarlas y probarlas.
La parlamentaria de RN por el Distrito 9 explicó que “tenemos un proyecto que propone un cambio que se refiere al procedimiento y a las medidas de prevención, de acompañamiento sicológico al denunciante, de resguardo y de sanciones que serán aplicables en caso de que haya denuncias por acoso sexual y laboral. Es para el inciso primero del numeral 12 del artículo 154 del Código del Trabajo”.
La exatleta dijo que “al país le falta que las instituciones que reciben las denuncias, como la Dirección del Trabajo, Carabineros, la Policía de Investigaciones y la Fiscalía, cuenten con funcionarios capacitados con perspectiva de género, para brindarles una atención integral a las víctimas”.
EL CAMINO LEGAL
El abogado laboral José Francisco López puntualizó que “en el país lamentablemente son pocas las empresas con cultura de respeto a los derechos fundamentales. Lo normal sería el despido inmediato del acosador, pero no siempre se da eso. Lo recomendable es que la persona afectada se haga asesorar de inmediato con un abogado antes de iniciar cualquier acción por su cuenta”.
El profesional explicó que “el acusador puede interponer un recurso de protección o una denuncia de vulneración de derechos fundamentales. Además, de inmediato puede quedar suspendida la relación de trabajo. E incluso puede autodespedirse, cobrar su indemnización y luego denunciar por perjuicios”.
Por ley, el empleador debe mantener un ambiente de trabajo seguro, tomando las medidas necesarias para proteger eficazmente la salud y la vida de sus colaboradores.
“Si hay denuncias de acoso sexual en el ambiente laboral, surge la responsabilidad civil del empleador, y el denunciante puede interponer una demanda de indemnización civil”.
El abogado recordó que en Chile “el acoso laboral no es delito, pero el acoso sexual sí lo es. El primero es muy difícil de probar por parte de la víctima, pero con el segundo es más efectivo efectuar denuncias, pues en mi opinión hay un mayor halo protector. Se entra a la intimidad de una persona sin su consentimiento en el campo laboral, y la sanción puede ser de hasta tres años y un día de presidio”.
Sin embargo, el especialista legal admitió que “generalmente no se llega a sentencia, pues los empleadores terminan llegando a un acuerdo económico con la víctima”.
