En el rango que se esperaba estuvo el IPC de junio, con un incremento del 0,9%. Esa cifra, entregada el pasado viernes por el Instituto Nacional de Estadísticas, INE, dejó la inflación en lo que va de 2022 en 7,1%. Y el alza en doce meses es de 12,5%, el nivel más alto desde mediados de 1994.
Siete de las doce divisiones que conforman la canasta del IPC subieron, cuatro bajaron y la restante se mantuvo. Y en el caso de los alimentos y las bebidas no alcohólicas, el alza fue del 1,2%, lo que implicó que incidiera con 0,250 puntos porcentuales (pp.).
El informe del INE detalló que en esta división hubo “alzas mensuales en nueve de sus once clases”.
“La más importante fue pan y cereales (3,1%), que incidió 0,136 pp., seguida de carnes (1,3%), con 0,066 pp. De los 76 productos que componen la división, 49 consignaron alzas en sus precios (NOTA; Nada menos que el 64%)... Destacaron el pan (3,5%), con una incidencia de 0,084 pp., seguido de la carne de pollo (4,2%), con 0,043 pp. Los restantes productos con contribuciones negativas acumularon 0,278 pp.”, detalló la información del INE.
Una realidad que con los alimentos se constata desde hace tiempo, y que analizaron para Publimetro quienes están en el día a día de las carnes, las frutas y verduras, y el infaltable pan nuestro de cada día.
CARNE: UN SECTOR APREMIADO POR EL ALZA DEL PRECIO DEL DÓLAR
Desde la Asociación Chilena de Importadores y Comercializadores de Carnes y Productos del Mar, el gerente Francisco Cox dijo que “el alza del dólar ha perjudicado al sector, tanto al importar como al producir”.
“Chile importa cerca del 60% del vacuno que se consume, y el 25% y el 20 %, respectivamente, del cerdo y de la aves. Estas importaciones son un componente importante para que los chilenos consuman estas fuentes de proteínas”.
El ejecutivo añadió que “el precio interno está muy relacionada con el precio de los mercados proveedores. Respecto de diciembre de 2021, el vacuno ha subido un 13%, y las aves, sobre un 30%. El precio del cerdo se mantiene porque China ha ido reponiendo su masa luego de los brotes de peste porcina africana que la afectaron”.
Sobre el vacuno, Francisco Cox precisó que “la faena nacional es muy baja, y el precio del ganado en los países proveedores, mayormente Paraguay y Brasil, subió sobre el 12% en comparación al año pasado. Hay incertidumbre, pues el consumo se frenó por los precios y la disponibilidad de dinero”.
FRUTAS Y VERDURAS: EN RIESGO LA SOBERANÍA ALIMENTARIA
El presidente de la Asociación de Ferias Libres, Froilán Flores, indicó que “siempre hay que recordar que las frutas y las verduras son temporales, por lo que es obvio que si alguien quiere comer sandía, alcachofas o frutillas en la actualidad, las encontrará caras. Por eso hay que aprovechar los productos de cada temporada, y ahora es conveniente consumir por sus bajos precios la acelga y la espinaca”.
Pero Froilán Flores advirtió sobre algo desconocido para muchos.
“Me preocupa que en 2021 no fueron sembradas un millón 200 mil hectáreas de la pequeña agricultura familiar campesina, y este año pasó lo mismo con otro millón de hectáreas. Pero eso no se reflejó del todo en los precios finales, por la baja demanda debido al deteriorado poder adquisitivo de los clientes”.
El dirigente ahondó indicando que “cada año hay menos producción local, lo que a la larga puede poner en riesgo nuestra soberanía alimentaria. Las lentejas vienen de Canadá y antes nos autoabastecíamos casi por completo de arroz y azúcar, lo que no se da ahora. Y si se importa comida, claro que afecta el alza del dólar”.
PAN: LA GUERRA EN UCRANIA TIENE EN JAQUE A SUS PRODUCTORES
El omnipresente pan, que nos convierte en uno de los países que más lo consume, destaca desde hace tiempo por el alza de su precio.
Y Juan Mendiburu, presidente de Indupán Santiago y vicepresidente de Fechipán, explicó que “es muy difícil predecir lo que pasará con nuestro producto. La guerra en Ucrania agudizó el alza mundial de los valores del trigo, de los insumos y del combustible. Y ahora el alza del dólar será otro golpe fuerte”.
El empresario recordó que “se importa el 70% del trigo para el pan, que debe ser de buena calidad y viene de Estados Unidos., Canadá y Argentina. Hace un año, el saco de harina de 25 kilos costaba $8.000, en enero pasado valía $11.000 y ahora su costo es de $14.00. Y hay que sumar el impuesto”.
Juan Mendiburu reconoció que dada la demanda habitual en Chile, casi no han bajado las ventas.
“El precio del kilo de pan está en promedio en $2.000, y hace un año era de $1.500. Todo se complica para los clientes y también para los dueños de panaderías, quienes a veces hasta pueden estar vendiendo bajo el costo”.