Además de todas las vidas, heridos y familias separadas que ha ocasionado la invasión de Rusia a Ucrania, hay otras aristas que también son golpeadas por el conflicto bélico.
Así, Estados Unidos y sus aliados de Occidente han impuesto una gran cantidad de sanciones al gigante euroasiático, con la finalidad de mermar su poder económico.
Es una muestra del desacuerdo contra la iniciativa del presidente Vladimir Putin de invadir a su vecino.
Cerca de 400 negocios se fueron de Rusia
Además, muchos negocios optaron por salir de sus fronteras en una muestra de oposición a las acciones bélicas.
Desde el inicio de la guerra en Ucrania, cerca de 400 transnacionales han decidido salir o reducir sus operaciones en Rusia.
Entre ellas se encuentran: McDonald’s, Starbucks, Unilever, Nestlé, Adidas, Nike, Pepsi, Coca-Cola, Shell, Citigroup, Western Union, Netflix, Disney, Sony, Microfoft, Apple y PayPal, por citar a algunas.
Sin embargo, muchas firmas aún cuentan con puntos de venta abiertos en la nación gobernada por Putin, y sostienen que no pueden cerrarlos.
Problemas para marcharse de algunas empresas
Entre estos negocios se encuentran Marks & Spencer, Burger King y los grupos hoteleros Marriott y Accor, que se encuentran restringidos por difíciles acuerdos de franquicia que les impiden retirarse.
En suma, las firmas cuentan casi con mil puntos de venta que todavía están abiertos en Rusia.
M&S tiene 48 locales, Burger King cuenta con 800 restaurantes, mientras que Marriott y Accor mantienen 28 y 57 hoteles abiertos, respectivamente.
El problema de las franquicias
Y es que estas empresas se encuentran sujetas a acuerdos legales de franquicia; es decir, han subcontratado sus negocios rusos a terceros y no son propietarias de las operaciones que llevan su nombre. Esta situación complica eliminar su marca de las calles principales y los centros comerciales rusos.
De hecho, muchas compañías de Occidente han mantenido este tipo de acuerdos durante décadas.
Por citar un ejemplo, las tiendas Marks & Spencer han sido operadas por una empresa turca que se llama FiBA, la cual posee los derechos para vender los productos del minorista en Europa del Este desde hace más de dos décadas.
Mientras que el propietario de Burger King, Restaurant Brands International, también tiene a sus restaurantes manejados por franquicias en Rusia.