Aunque ya hay varios artículos que están en el borrador de la nueva Constitución y el Pleno avanza en la votación de los informes de las comisiones -esta semana se analizará el de Derechos Fundamentales y el de Principios Constitucionales-, persisten las voces que hacen alusión a que lo ajustado de los plazos impide un buen resultado, o uno serio.
El 22 de abril, como comunicaron desde la Mesa, debieran estar finalizadas las votaciones de las normas y comenzaría el trabajo de la Comisión de Armonización.
Por lo mismo, la semana pasada se aprobó un ajuste al Reglamento que, entre otros puntos, permitió contar sábados como días hábiles, acortar tiempos de deliberación y fijar que la votación general será respecto de la totalidad de un informe y no de cada una de las normas que contenga. Esto, a contar de los informes que emitan las comisiones sobre sus segundos y siguientes bloques temáticos.
Pero aunque la justificación principal fue que permitirá cumplir con los plazos, reinstaló las dudas que ya se han hecho en torno a la “calidad” de las normas que podrán ofrecer con menos tiempo de debate.
“Todos hablan de tiempo, pero no escucho la palabra calidad del producto que vamos a entregar. No me parece disminuir los tiempos en el debate”, cuestionó Geoconda Navarrete, al tiempo que Camila Zárate expuso: “Esto no nos da la posibilidad de saber qué es lo que se debe mejorar del informe inicial”.
Rodrigo Logan va más allá, y recordando que ha planteado tanto a Jaime Bassa como a Gaspar Domínguez sus cuestionamientos, insistió en que lleva “meses avisando que vamos por mal camino, pero no me han escuchado”.
“Por premura, vamos a terminar votando los que nos pongan al frente”, sostiene, agregando que esto se soluciona pidiendo más tiempo al Congreso.
En línea, sostuvo: “He dado mi 1000% para lograr concientizar a la gente para que despierte, y tratar de influir en mis colegas, para que vean hacia dónde vamos, pero no he podido lograrlo. Al final me he transformado en un paria, pero firme no más”.
Ante los reproches, Ingrid Villena manifestó que es “muy poco prudente que se cuestione la seriedad del debate, porque al momento de aprobarse el Reglamento, se aprobó incluso por más de los 2/3 requeridos”.
“Las correcciones que hemos hecho no afectan a la calidad de nomas, se pide que los colectivos se pongan de acuerdo y no todos pidan la palabra”, complementó.
En el mismo tono, Manuela Royo recalcó que el debate que se ha dado es “profundo” y que los ajustes los obligan a “esforzarse para tener mayor consensos”.
A su juicio, los reclamos son mayoritarios de una derecha que “nunca va a estar conforme con nada, porque su objetivo es el Rechazo, no la nueva Constitución”.
A ellas, se sumó Ignacio Achurra, que planteó: “Se requieren ajustes para hacer este proceso más eficiente y ajustado a la realidad de los tiempos. Eso hemos hecho y son decisiones correctas”
“El Pleno ha demostrado que cumple su labor, las modificaciones ponen un alto grado de exigencia para la aprobación de las normas. Eso es una buena noticia e invita a las comisiones a buscar acuerdos amplios y la mejor técnica legislativa”, añadió.