Una verdadera prueba de fe fue la que realizó un sacerdote en Filipinas quien realizó una misa en solitario mientras afuera, un fuerte tifón arrasaba con todo a su paso.
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El hecho ocurrió en la iglesia del Inmaculado Corazón de María en la ciudad Bohol mientras las fuertes ráfagas del tifón Odette causaban estragos, sumado al agua que comenzaba a ingresar al lugar.
El sacerdote, identificado como Virgilio Salas, pidió transmitir en vivo la misa por redes sociales, donde afirmó que “incluso si hay un tifón, la fe continúa”
“Tenía confianza en que la Misa todavía se podía escuchar en medio del viento porque nuestros oradores hablaban fuerte”, señaló el sacerdote.
Una vez que pasó el tifón, la iglesia fue usada como centro de carga de energía de aparatos electrónicos tras el daño que provocó el tifón.