La controvertida jueza Silvana Donoso, que en 2016 lideró la comisión que le otorgó la libertad a Hugo Bustamante, el asesino que dio muerte a Ámbar Cornejo, aseguró tener la conciencia limpia.
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En entrevista a Revista Ya de El Mercurio, Donoso señaló que “la conciencia de un juez radica en haber dictado una resolución conforme a las pruebas aportadas y conforme al derecho. Yo tengo mi conciencia más que limpia”.
La juez defendió la decisión que tomó en 2016 cuando le otorgó la libertad al conocido “Asesino del Tambor” y se refirió a la acusación constitucional que enfrentó en 2020 y que fracasó.
“Yo entiendo perfectamente a la opinión pública, entiendo las funas, las amenazas, me pongo en el lado de ellos: como un ser a pie, empatizo. Pero no empatizo con el juicio público a un magistrado que cumple con su deber”, apuntó.
“Si me hubieran destituido, habría sido por el trabajo de toda mi vida, por no claudicar de mis principios. Y eso no me hizo daño, al contrario, me reafirmó. Yo sentía que la acusación constitucional era absolutamente legítima porque fue un juicio político, no un juicio jurídico”, afirmó.
Luego explicó: “Todos podemos equivocarnos, los jueces también. Por ejemplo, en la aplicación de la ley. Si yo prevarico, eso es una equivocación. No solo por dolo, también por negligencia inexcusable, por desconocimiento de la ley. Y claro que me puedo equivocar”.
“¡Pero a un juez no se le puede pedir responsabilidad si aplicó la ley! ¡No puedes! Te gustará, no te gustará, cambia la ley, lo que tú quieras. Pero si a un juez no se le acusa de haber violado la ley, el juez está en el camino correcto. Las consecuencias que se provoquen es otra cosa”, exclamó.
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“Por ejemplo, un caso de violencia intrafamiliar con condena a 541 días de un señor con irreprochable conducta anterior, que coopera y tiene miles de atenuantes. Él va a cumplir en libertad porque esa pena no se cumple en prisión. Y él sale y mata a la señora, ¿la culpa es tuya como juez?”, añadió.
“Hoy fallaría de forma distinta porque me cambiaron las condiciones, cambió la ley. Tendría que revisar los antecedentes, yo no fallo nunca a priori. No conozco el informe psicosocial de Bustamante hoy. Hoy hay otros criterios técnicos. Esos informes psicosociales en 2016 no tenían ningún criterio técnico, tanto es así que tuvo que cambiarse la ley y el protocolo. No había un sustento científico de cómo los hacían y eso era importante. Ni estaban los equipos que hay hoy día”, cerró.