En prisión preventiva quedó finalmente Sebastián Donoso, un joven de 24 años que fue formalizado ayer por el Ministerio Público por el delito de parricidio frustrado luego de arrancarle ambos ojos a su abuela en la residencia de esta última, en Quillota.
El fiscal César Astudillo fue quien entregó anoche detalles en la formalización del imputado, quien residía hace unos tres años en la vivienda de su abuela, Gladys Varas (68 años), puesto que la mujer lo había acogido en su hogar tras la muerte de los padres del joven, quien por ello sufría una profunda depresión y tenía problemas con el consumo de drogas.
El trágico relato
En la audiencia de formalización se presentó además el testimonio de la víctima, quien por el ataque de su nieto quedó ciega y aún se mantiene hospitalizada. En tanto que Donoso pasará a prisión preventiva mientras dure la investigación de 90 días decretada por el juzgado, que además forma no acogió la solicitud de la defensora penal Génesis Órdenes, que había pedido la suspensión de la cautelar por la posible imputabilidad del joven por tener antecedentes psiquiátricos.
“Sebastián estaba inquieto, sin embargo no tuvimos ninguna discusión ni nada por el estilo. No recuerdo que haya estado consumiendo drogas porque en otras ocasiones se sentía el olor (...) luego que Sebastián sale, yo subí a mi dormitorio en el segundo piso recostándome a descansar un rato. Transcurridos no más de 30 minutos aparece Sebastián en mi pieza gritándome ‘quiero tus ojos’, abalanzándose sobre mí, golpeándome con sus manos”, contó la víctima, quien acusó el estado enajenado de su agresor.
“Posteriormente pasó a enterrarme sus dedos en mis ojos con la intención de sacar mis globos oculares. En todo momento él me gritaba que quería mis ojos. Estaba como un demonio, fuera de sí. Yo trataba de defenderme pero no podía, en algún momento perdí la visión completamente y sentía que me corría sangre por la cara”, cerró.