Aunque transversalmente se reconoció que lo esperado era que en su visita a Chile la expresidenta Michelle Bachelet respaldara la candidatura de Gabriel Boric, su declaración pública de ayer en ese sentido generó fuertes cuestionamientos entre los representantes de derecha.
“No da lo mismo por qué candidato se vota, por eso yo voy a votar por Gabriel Boric”, manifestó la exmandataria por medio de un video que difundió su fundación -”Horizonte Ciudadano”- al tiempo que argumentó que se debe optar por un presidente “que asegure que nuestro país pueda realmente continuar en una senda de progreso para todos, una senda de mayor libertad, igualdad, de derechos humanos que se respeten; un medio ambiente sostenible y por supuesto la oportunidad de una nueva Constitución”.
Y con su declaración no sólo explicitó su preferencia, sino que de paso deslizó que la otra opción, la que representa José Antonio Kast, no es capaz de dar esas garantías. Por lo mismo, entre los primeros que reaccionaron ante sus palabras estuvo el abanderado republicano.
“Me habría gustado, creo que a la mayoría de los chilenos, que ella no hubiese hecho ese pronunciamiento, porque va en la línea del intervencionismo de una autoridad que está instalada a nivel mundial, en un tema local”, reprochó el candidato del Frente Social Cristiano.
Pero pese a su crítica, Kast declinó referirse a eventuales “sanciones” que podría recibir Bachelet en el marco de su rol de Alta Comisionada de la ONU para los DD.HH.
“Lo principal es que las personas conozcan las propuestas de los candidatos, que no tengamos esta interferencia de los otros líderes”, planteó.
Sin embargo, desde Chile Vamos algunos no titubearon en sostener que la declaración de la exmandataria es inaceptable y que incluso debería poner su cargo a disposición de Naciones Unidas, como declaró Jorge Rathgeb (RN).
“Me parece absolutamente improcedente. Tiene que tener un rol de imparcialidad. Si Boric el día de mañana es presidente, ¿con qué imparcialidad va investigar eventuales violaciones a los DD.HH. si tiene un grado de simpatía con él?”, manifestó el diputado RN Andrés Longton, mientras que Jorge Alessandri (UDI) expuso: “Todavía tiene horas para recibir a José Antonio Kast. Lo correcto, para que no tenga que dejar el cargo, es asumir que como autoridad mundial de los DD.HH. tiene que recibir a ambos candidatos”.
Desde el Gobierno, en tanto, el titular del Interior, Rodrigo Delgado, fue quien se refirió a la polémica y optó por desdramatizar el asunto.
“Ella sabrá cuáles son los límites de acuerdo a su rol como Alta Comisionada. Lo que sí, escuchándola, uno puede coincidir con algunas frases. Por lo pronto, este domingo se decide algo que es fundamental”, afirmó, agregando que como Ejecutivo se suman al llamado que también hizo a los ciudadanos para sumarse al proceso de forma pacífica.
Críticas más, críticas menos, el respaldo público de Bachelet fue recibido como “un honor” por Gabriel Boric, quién reiteró que se está frente a “momentos clave de nuestra historia”.
“Para que Chile avance con cambios que mejoren la calidad de vida de las personas, hay que redoblar esfuerzos y motivar a familia y vecinos a votar el 19. De nosotros depende”, complementó.
En el mismo tono, Camila Vallejo (PC), integrante del equipo de coordinación político ejecutiva del abanderado, dijo que Bachelet “entiende todo lo que está en juego, que no podemos retroceder al pinochetismo y que tenemos que avanzar en dignidad”, por lo que le agradeció el apoyo.
Karol Cariola (PC), que está encargada de la gira de los embajadores por Boric, descartó que el pronunciamiento sea intervencionismo: “Michelle Bachelet tiene un rol en la ONU, es cierto, pero ella es ciudadana chilena y tal como cualquier ciudadana chilena tiene el derecho de poder ejercer su rol de votar, pero, además, de expresar su preferencia públicamente sobre por quién va a votar”.