El calor en pleno verano no es para asombrarse aunque si genera alarma las temperaturas alcanzadas en estos días en la mayor parte del país. En la Región Metropolitana se viven los días más calurosos con hasta 33°, mientras se emiten las alertas amarillas por prevención a problemas de salud como golpes de calor.
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Durante este tipo de condiciones existe el riesgo de la deshidratación por la misma pérdida de líquidos del cuerpo. Es por eso que recomienda incrementar el consumo de agua incluso sin la sensación de sed, tampoco exponerse a la radiación solar en las horas más calurosas, desde las 10 am hasta pasadas las 17 horas.
¿Cómo saber si estamos deshidratados? El cuerpo da varias señales a las que se debe atender y evitando así otras complicaciones de salud.
Sudoración intensa
En muchos casos la persona puede presentar sudoración de una manera excesiva, causada por la exposición al sol o la misma pérdida de mayor cantidad de líquido consumido. En este caso se recomienda retirarse a un sitio fresco y beber agua o bebidas isotónicas. También hay soluciones de rehidratación oral especialmente para ancianos y niños.
Sequedad de boca
En la época de calor es común la sequedad de la boca, es por eso que la primera recomendación es aumentar el consumo de agua a diario para hidratar las mucosas. Procura llevar una botellita de agua en el bolso y darle pequeños tragos de vez en cuando. Incluso expertos relacionan la boca seca con una higiene adecuada, también masticar para segregar más saliva.
Mareos y debilidad
La deshidratación por calor puede presentarse con mareos y en un nivel más extremo desmayos. Los mareos pueden asociarse con zumbidos en los oídos y la sensación de la cabeza vacía. Al momento del malestar es importante buscar acostarse o en un posición cómoda para relajarse.
Si está en casa puede hacerlo de manera horizontal y levantando las piernas, unos 30 grados, también con la ayuda de almohadones. Esto ayudará a que la sangre circule al cuerpo y rápidamente se restablezca la presión arterial normal.
