Estilo de Vida

¿Cómo conciliar el sueño este verano con la ola de calor nocturna? Decálogo de buenas prácticas para obtener un descanso reparador

Desde el uso de telas apropiadas para la cama, tener una alimentación apropiada por las noches o tomar duchas de agua tibia, los expertos coinciden en que el buen dormir es esencial para soportar jornadas de altas temperaturas.

Expertos en salud y el sueño entregan una serie de consejos para obtener el sueño más reparador durante las calurosas noches de verano en Chile.
Mujer se despierta de su cama. Fuente: Cedida.

Con la llegada de las altas temperaturas en estas últimas semanas, las noches en algunas regiones del país se han convertido en un desafío para quienes buscan tener un sueño reparador.

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El calor nocturno y la incomodidad que genera pueden interrumpir el descanso, afectando el bienestar general. En este contexto, no pocos chilenos por su salud han optado por cambiar ciertas costumbres y en algunos casos, como en el uso de la ropa de cama, han reemplazado las tradicionales sábanas de materiales sintéticos por las de bambú, calificadas por expertos como las más cómodas y frescas.

Las telas para el buen dormir

“La fibra de bambú destaca por su capacidad termorreguladora y transpirabilidad natural, que permite disipar el calor y mantener una sensación de frescura en la piel, lo que lo hace ideal para las noches calurosas”, señala Manuel Ovalle, de Hypnos. “Además, su capacidad de absorción de humedad supera a la de otros materiales, ayudando a mantener el cuerpo seco y cómodo”, agrega.

Dormir con temperaturas sobre los 18 y 20 grados afecta el bienestar de las personas que sufren de insomnio crónico, y que son cerca del 27% de la población, según un estudio realizado por la Universidad de Chile. Por ello, el bambú aparece como una de las telas preferidas a la hora del descanso.

Esto, porque también es útil para quienes experimentan sudoración excesiva, ya que actúa como un aliado para reducir la humedad y el malestar, y que en algunos casos permite absorber hasta un 40% más de humedad que el algodón.

“Investigaciones sobre materiales transpirables y termorreguladores respaldan su efectividad para mejorar el sueño en climas cálidos. Por otro lado, el bambú es un material sostenible, cultivado con bajo impacto ambiental. Su uso en textiles no solo promueve un descanso más cómodo, sino también una opción responsable con el medio ambiente” sostiene Ovalle, quien destaca además las propiedades antibacterianas y antifúngicas de “este material”.

“Posee un agente antimicrobiano natural, el bambú, que se desarrolla como mecanismo de defensa en su entorno el crecimiento de bacterias y hongos, lo que ayuda a mantener las sábanas frescas y libres de olores por más tiempo”, concluye el experto.

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La salud para un sueño reparador

¿Qué otras recomendaciones debemos considerar para lograr conciliar un mejor sueño en noches calurosas? Desde la Clínica de la Universidad de Los Andes, la neuróloga del Programa de Medicina del Sueño, doctora Larisa Fabres, explica que “a veces causas externas como el calor ambiental excesivo también pueden afectar el dormir, provocando problemas en su conciliación, varios despertares en la noche o simplemente nos deja desvelados por varias horas”.

En ese escenario, la profesional médica aporta con algunos consejos para conseguir ese anhelado sueño placentero durante estas noches de calor agobiante en verano.

1.- Abrir ventanas y puertas durante el día para ventilar la habitación: ideal es que la temperatura esté fijada entre los 18 a 21 °C. Otra solución para este tema es poner un ventilador o aire acondicionado por algunas horas en el hogar.

2.- Hidratarse durante el día, considerando que además de quitar la sed permite regular mejor la temperatura nocturna.

3.- Uso de prendas de material ligero para dormir, especialmente de algodón.

4.- Alimentación liviana por la noche y evitar el consumo de alcohol previo al sueño, considerando que estas prácticas podrían afectarlo al hacerlo más más superficial y con mayor sudoración nocturna.

5.- Antes de dormir es indispensable desconectarse de las pantallas, ya que hacer esta acción facilitará una mejor preparación al sueño. Alternativas para propiciar esta nueva conducta son leer un libro o revista, o escuchar música relajante.

6.- Previo al descanso nocturno se recomienda también tomar una ducha de agua tibia. En este caso, la temperatura del agua es clave, considerando que de hacerlo con agua fría esta provocará una reacción posterior de calor en el cuerpo.

¿Cómo escoger la sábana ideal? Hay que tomar en consideración algunos elementos clave en la confección de ellas, según indican expertos de Hypnos.

1.- Material de fabricación: Opta por fibras naturales como el bambú, que es ideal para climas cálidos debido a su capacidad termorreguladora y de transpirabilidad.

2.- Número de hilos: Aunque el número de hilos puede influir en la sensación de las sábanas, es un factor confuso hoy en día. Por ejemplo, las sábanas de bambú sobresalen por su suavidad, frescura y durabilidad, características que las colocan por encima de otros materiales. El algodón, aunque es cómodo, no siempre ofrece el mismo nivel de transpirabilidad y tiende a retener más calor, especialmente en climas cálidos. Por otro lado, la microfibra, al ser sintética, suele ser menos transpirable, más calurosa y menos resistente con el tiempo.

Es importante entender que una sábana de bambú de alta calidad con 300 hilos puede ser más fresca, suave y duradera que una de algodón con mayor cantidad de hilos o una de microfibra que tenga mil.

3.- Propiedades específicas: debes considerar características como la hipoalergenicidad, si tienes piel sensible o alergias, y la capacidad de absorción y transpiración, especialmente en sábanas de verano.

4.- Mantención: elige sábanas que sean fáciles de lavar y secar. Algunas fibras, como el bambú, son naturalmente resistentes a las manchas y olores, lo que facilita su cuidado.

5.- Sostenibilidad: si lo que te preocupa es el medio ambiente, busca materiales orgánicos o certificados, como el bambú cultivado de forma sostenible o el algodón orgánico sin químicos.

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