Por años, en Chile han ganado un espacio relevante entre los consumidores una serie de figuras ficticias que, más allá de las marcas, productos o industrias que representan, han sido un inesperado puente entre el público y el comercio.
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Si hace décadas, la industria se había volcado hacia los personajes mediáticos para acercar las marcas a los eventuales consumidores, en estos últimos años el fenómeno se ha volcado hacia una serie de icónicas creaciones ficticias que incluso han decantado en una serie de eventos masivos, tales como el ya tradicional Paris Parade o hace poco, la primera gala de corpóreos realizada en el país, y conducida por las reconocidas influencers Lady Ganaga y Turban Girl.
Tan marcado ha sido este fenómeno de corpóreos, que no sólo han estado en la vereda del comercio, sino que incluso han llegado al mundo político, con personajes que ganaron espacio en procesos electorales gracias a ser conocidos por su vínculo a personajes ficticios (como la Tía Pikachu, que alcanzó un escaño entre los constituyentes nacionales).
¿Por qué son tan exitosos los corpóreos en Chile?
Respecto de este fenómeno social, Cristián Frederick, Director General de la agencia de publicidad TBWA Frederick, habló con Publimetro.cl para explicar el motivo de esta evidente vinculación entre las personas y los corpóreos.
“Los corpóreos generan un fuerte interés en los chilenos porque van más allá de la simple interacción con una marca; ofrecen una conexión emocional, y las personas, en general, buscan vincularse con algo que tenga un rostro, que se perciba cercano y auténtico, y no con una entidad abstracta como una marca o una institución”, indica el experto.
“En este contexto, el corpóreo funciona como un puente entre los consumidores y las organizaciones. Al humanizar la figura de la marca, el corpóreo logra que las personas puedan conectar de una manera mucho más directa y efectiva”, explica Frederick, quien agrega otro factor relevante a la discusión: “A diferencia de las figuras públicas o los ídolos reales, los corpóreos no tienen la posibilidad de defraudarte, ya que son creaciones artificiales”.
“Esta estabilidad y predictibilidad genera confianza, ya que no están sujetos a los errores humanos que pueden caracterizar a los ídolos de carne y hueso”, enfatiza.
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- ¿Por qué su implementación es tan efectiva en campañas de marketing?
- La efectividad de los corpóreos en las campañas de marketing radica en su capacidad para “humanizar” y “chasconear” a las marcas de manera lúdica. A través de un corpóreo, las empresas pueden escapar de la rigidez de su imagen corporativa y acercarse al consumidor de una forma más accesible y amigable.
Según el experto, esta efectividad de los corpóreos en su relación con el público es la que permite a las marcas “romper la barrera de lo formal y lo impersonal, ofreciendo una forma de interactuar más entretenida”.
“La clave está en que, en vez de centrarse únicamente en un producto o servicio específico, el corpóreo presenta a la marca de manera menos seria y más divertida”, señala.
“Este enfoque lúdico genera un espacio en el que las marcas se muestran cercanas y humanas, lo que construye una relación más emocional con el consumidor. Por último, los corpóreos también juegan con la nostalgia y la sorpresa, algo que resulta sumamente atractivo para el público”, agrega.
- ¿Qué efecto despiertan en las personas?
- Creo que despiertan esa sensación de volver a la niñez y uno siempre tiende a querer volver a esa etapa de la vida porque, en teoría, uno es feliz cuando es niño.
“El corpóreo, como elemento visual y dinámico, evoca la magia y el encanto de los dibujos animados, los cuales marcan una etapa especial de la vida de muchas personas. Por ejemplo, el corpóreo de Ambrosoli es literalmente un oso que cobra vida, lo que genera una sensación de alegría y nostalgia. Además, el impacto emocional que generan está asociado también a su capacidad de romper la rutina diaria”, puntualiza.
“En un mundo saturado de publicidad y donde constantemente nos venden productos y servicios, encontrarse con un desfile de corpóreos ofrece una pausa, un momento de felicidad. El corpóreo no está vendiendo directamente un producto, sino que invita a las personas a disfrutar del momento, a conectar con la marca de una forma lúdica y a ser parte de una experiencia diferente”, agrega.
“Esto genera un sentido de sorpresa y gratitud, ya que permite escapar, aunque sea por un momento, de la monotonía”, finaliza.