Halloween es el evento favorito del año tanto para niños como adultos. Durante la noche, salen a la calle con sus mejores disfraces yendo puerta a puerta preguntando “dulce o truco”, siendo los dulces los protagonistas de esta celebración.
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El intercambio o comer dulces de todo tipo es una de las partes favoritas de quienes se disfrazan, pero el consumo excesivo de azúcar puede afectar de forma importante la salud intestinal, especialmente en niños y niñas.
Al respecto, Patricia Medvesck, nutricionista de Wellness Technologies explicó que el azúcar en el intestino es sumamente inflamatoria. “Además, estos dulces no vienen solamente con azúcar, tienen colorantes y saborizantes, que son hiperdañinos. Entonces es una bomba para el intestino que produce bastante inflamación y malestar”.
¿Qué produce el exceso de azúcar en el organismo?
El exceso de azúcar puede generar múltiples estragos en la salud, tales como, “reducir la diversidad de bacterias beneficiosas en el intestino, aumentar el crecimiento de bacterias patógenas oportunistas que se alimentan de azúcar y reducir la protección de ácidos grasos de cadena corta”, señaló por su parte María Loreto Ormeño, de Lacte5.
Efectos indeseados a los que se suma el daño en la salud dental. “Al verse el intestino debilitado por el consumo excesivo de productos azucarados, y por ende también las bacterias fortalecedoras del sistema, podemos estar más propensos a la invasión de patógenos e infecciones”, agregó la experta.
¿Cuántos dulces comer para evitar molestias?
Por todo lo anterior, la recomendación principal es comer la menor cantidad posible de golisinas. Así, ante la consulta sobre cuántos dulces se pueden comer en promedio, la nutricionista indicó que “no hay una cantidad recomendada, lo menos posible es lo recomendado. Ojalá, no consumieran dulces los niños, pero sabemos que en esta fecha el consumo es inevitable”.
De esta manera, se puede hacer frente al consumo inevitable de estos productos, por lo que la profesional recomendó consumir bastante líquido, principalmente agua, luego de un atracón de golosinas para que se diluya la cantidad de azúcar ingerida y siga su proceso natural dentro del cuerpo.
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“Tenemos que pensar que los dulces no solamente aportan azúcar, también tienen aditivos químicos que son bastante perjudiciales, como la tartrazina, causante de reacciones alérgicas, o el sorbitol y manitol, edulcorantes “sin azúcar” que pueden causar malestar gastrointestinal”, detalló Medvesck.
También, aconsejó consumir posteriormente verduras del tipo alcalinizantes y probióticos.