La falsificación de productos, especialmente de zapatillas de marcas reconocidas, es un delito que ha ido ganando terreno en Chile, apareciendo cada vez con mayor frecuencia en los titulares. Este fenómeno, lejos de ser un hecho aislado, se ha transformado en una actividad ilícita altamente lucrativa que no solo afecta a las marcas legítimas, sino que también genera un impacto económico negativo en el país.
Así, la incautación de productos falsificados y las detenciones vinculadas a esta práctica son solo la punta del iceberg de una problemática que sigue en expansión.
Operativos recientes realizados por la Policía de Investigaciones (PDI) y Carabineros en distintos puntos del país, confirman el aumento de este tipo de delitos. Solo durante los últimos 3 meses en Santiago, Copiapó, Antofagasta y San Felipe, las autoridades han decomisado cientos de pares de zapatillas falsificadas, valoradas en millones de pesos, lo que refleja el alcance de estas redes de falsificación que operan en distintos niveles y territorios.
¿Por qué son peligrosas las zapatillas falsificadas?
La preferencia por productos falsificados, como zapatillas de marca, a menudo se basa en una cuestión económica. A pesar de que los consumidores son conscientes de que están adquiriendo imitaciones, el atractivo principal radica en el precio considerablemente más bajo que el de los productos originales, incluso en comparación con las zapatillas en oferta que hay en el mercado.
El uso de zapatillas falsificadas puede tener serias repercusiones para la salud de los pies y el cuerpo en general. Estas imitaciones, a diferencia de los productos originales, no cuentan con los materiales y tecnologías necesarios para proporcionar el soporte y la amortiguación adecuados.
Como resultado, quienes las utilizan pueden experimentar problemas como ampollas, dolores en los pies y, a largo plazo, lesiones en las articulaciones de tobillos y rodillas debido a la falta de estabilidad y protección. En el caso de personas que realizan actividades deportivas, el riesgo es aún mayor, ya que una mala absorción de impactos puede provocar esguinces, tendinitis o incluso daños en la columna vertebral.
Otro peligro significativo es el uso de materiales de baja calidad. Muchas veces, las imitaciones están hechas con componentes que no han sido sometidos a pruebas de seguridad y que pueden provocar reacciones alérgicas o irritaciones en la piel.
Además, estos productos pueden desgastarse más rápidamente, lo que no solo afecta el confort, o que también incrementa el riesgo de caídas o tropiezos.
Cómo distinguir entre zapatillas originales y falsificadas
El consumidor tiene una responsabilidad crucial al decidir adquirir zapatillas falsificadas, ya que su elección no solo impacta en su propia salud y bienestar, sino que también alimenta un mercado ilícito que afecta a la economía y a las marcas legítimas.
Aun así, muchas personas caen en engaños al intentar adquirir productos originales. Modelos muy demandados, como las New Balance 550, son particularmente susceptibles a falsificaciones. No obstante, ninguna marca o estilo está exento de esta práctica irregular.
Marcas de alta gama, como Lacoste, también se ven afectadas, especialmente con las zapatillas Lacoste mujer, que en los últimos tiempos han ganado popularidad en el mercado chileno. ¿Pero cómo reconocer productos que no son originales?
Para poder diferenciar un modelo original de uno falso, se recomienda estudiar algunos aspectos del calzado:
- Suelas: si la compra se realiza en una tienda física, lo ideal es llevar una foto del modelo original para comparar. La suela debe tener las mismas ranuras, la misma forma y todas las características que posee el modelo de referencia.
- Costuras: en el calzado que no es original, las costuras no están realizadas de manera prolija.
- Logo: este es un detalle fundamental a la hora de comprar un par de zapatillas. Dependiendo de la marca, se aconseja siempre reparar en el logo respecto a su forma y su tamaño.
- Número de referencia: las zapatillas que son originales cuentan con un número único de identificación que puede verificarse fácilmente.
- Ortografía en etiquetas: cualquier error de ortografía o etiquetas aplicadas erróneamente son señales de que se trata de un calzado que no es original.
- Empaque: las zapatillas originales siempre son acompañadas por una caja bien presentada y diseñada para la ocasión. Las imitaciones pueden tener sus propios empaques, pero los colores del cartón y las letras del mismo son de calidad inferior.
- Sitio de compra: siempre se recomienda comprar zapatillas en sitios reconocidos, ya sea de manera online o en tiendas físicas.
- Precio: un par de zapatillas en un negocio que no es conocido y encima se encuentra a un valor que está por debajo del habitual, lo más probable es que se trate de un calzado réplica.
