Según cifras de Carabineros, durante el primer semestre de 2024 han fallecido 48 menores de edad como consecuencia de siniestros viales. El 50% de estos menores no utilizaban un sistema de retención infantil, es decir, viajaban sin una silla de seguridad especial para resguardarlos.
Esto, a pesar de que en 2016 entró en vigencia la ley que obliga a los niños menores de 12 años a viajar en los asientos traseros de los vehículos, y en 2017 se añadió la exigencia de usar sistemas de retención hasta los nueve años.
De acuerdo con cifras de Conaset, en 2023 ocurrieron más de 78 mil accidentes de tránsito en Chile, los cuales provocaron más de 1.600 muertes. Entre los involucrados, 4.090 eran niños de entre 0 y 14 años: 48 fallecieron y más de 3 mil resultaron heridos.
En qué fijarse a la hora de comprar una silla de seguridad
Con todos estos datos, no solo es relevante cumplir con la ley y trasladar a los menores en un sistema de retención, sino que también es importante estar al tanto de la calidad de este.
“Las sillas tienen vencimiento, porque gran parte de su estructura está fabricada con plástico, y al verse expuestos a cambios de temperatura, algo que ocurre frecuentemente en un auto, el material puede sufrir alteraciones”, indicó Andrea Fuentealba, técnica en seguridad del niño pasajero de Infanti.
Además, la ley indica que las sillas de auto deben incluir una etiqueta adherida en un lugar visible, donde se detalle la fecha de fabricación y vencimiento.
En ese sentido, la experta agregó que “hay varios aspectos en los que debemos fijarnos. El primero es la edad, tamaño y peso del niño. El segundo, las características del auto donde se utilizará la silla. Por ejemplo, si tiene Isofix o no, qué tipo de cinturón tiene, etc. El tercero son las características de nuestro grupo familiar y cuántas personas regularmente se desplazan en el auto. Esos puntos son clave para hacer una buena elección”.