Desde el inicio de su pontificado en 2013, el Papa Francisco ha abordado constantemente los avances tecnológicos como oportunidades de mejora, siempre y cuando se respete la ética y la moral humana. Por eso, desde la irrupción de la inteligencia artificial, el Vaticano ha estado atento a los avances, enfatizando en sus riesgos, responsabilidades y la seguridad detrás de cualquier innovación, más aún cuando hablamos de IA. En ese contexto, recientemente el Papa Francisco expresó preocupación por el desarrollo de la tecnología y su impacto en la humanidad, en el marco de un foro católico sobre inteligencia artificial.
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En su discurso celebrado en el Palacio Apostólico, el pontífice no dudó en citar al célebre científico Stephen Hawking, quien advirtió que la IA podría significar el fin de la raza humana.
El Papa vs. la IA
Durante la instancia, el argentino recalcó la importancia de dirigir la innovación hacia el respeto por la dignidad humana, promoviendo un bienestar que proteja a los más desfavorecidos. “Eso requiere un ambiente normativo, económico y financiero que limite el poder monopolio de unos pocos y permita beneficiar a toda la humanidad”, enfatizó.
De igual forma, Francisco advirtió sobre los riesgos de una IA que opera de forma autónoma, potencialmente superando las capacidades humanas debido a la lenta evolución biológica de los humanos, un escenario que Hawking había anticipado.
“La IA podría significar el fin de la raza humana. (...) Podría despegar sola y protegerse cada vez mejor mientras los humanos, limitados por su lenta evolución biológica, no podrían competir y serían superados”, dijo citando al físico teórico, astrofísico y cosmólogo británico.
Agregando la interrogante de si “¿estamos seguros de querer seguir llamando ‘inteligencia’ a algo que lo es? Pensémoslo y preguntémonos si usar impropiamente esta palabra tan importante, tan humana, no es ya ceder al poder tecnocrático”.
Finalmente, durante su intervención, el líder de la Iglesia Católica también abordó la necesidad de una regulación efectiva y de incentivos para fomentar una “innovación ética” en el desarrollo de la inteligencia artificial. Destacó la importancia de un enfoque educativo y comunicativo coordinado para aumentar la conciencia sobre los beneficios y riesgos de la IA, así como su impacto en el empleo y en el consumo energético, especialmente relevante dado el actual contexto global.
Con todo, el Papa llamó a “profundizar el delicado y estratégico tema de la responsabilidad de decisiones cuando se usa la IA”, pensando siempre en el bien común y en utilizar este tipo de tecnologías con conciencia y responsabilidad.