Para estos días fríos y tras la lluvia, nada mejor que una buena receta de sopaipillas o calzones rotos para la once. Después del trabajo y ya en casa, un té o café acompañado de algo dulce, se transforma en el broche de oro para terminar el día.
¿Sabes cuál es el origen de esta preparación? Bueno, se dice que se creó en la época de La Colonia, y su nombre proviene de una mujer que vendía estos pasteles en la Plaza de Armas de Santiago y un día el viento levantó su falda dejando al descubierto sus “calzones rotos”.
Desde ahí que esta mujer pasó a ser conocida como “la dama de los calzones rotos” y con el tiempo el nombre se adaptó a los dulces que ella vendía, cambiando el obsceno término como era llamado antes.
Acá te presentamos los ingredientes:
-3 tazas de harina cernida
-1 cucharada polvos de hornear
-3/4 taza de azúcar flor
-2 cucharadas de margarina
-1 huevo
-2 yemas
-Ralladura de 1 limón
-1/2 taza de agua
-aceite
-azúcar flor para espolvorear
Ahora manos a la obra, esta es la preparación de unos ricos calzones rotos:
– Debes unir la harina, los polvos de hornear y el azúcar.
-Luego incorpora la ralladura de limón.
-Tras esto, suma el huevo y las yemas una a una.
-Agrega la mantequilla.
-Y después suma el agua para formar una masa homogénea.
-Uslerear la masa y dejarla aproximadamente 1/2 cm de grosor.
-Cortar rectángulos de 10 cm por 5 cm y hacer sobre ellos un corte vertical de unos 3 cm y pasar un extremo del rectángulo por este ojal.
-Freír en aceite caliente.
-Cuando ya los tengas listos, puedes sacar el exceso de aceita en papel absorbente.
-Luego espolvorear con azúcar flor y listo para servir, con un té o un café.