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El increíble desafío de otro Kennedy tras la Casa Blanca: RKJ sobrevivió a un gusano en el cerebro

Robert Kennedy Jr. vio morir asesinados a su padre senador y a su tío presidente y hoy enfrenta a dos colosos –Biden y Trump- en la carrera por el poder

Hoy candidato a la presidencia de Estados Unidos en las elecciones de noviembre, enfrentando a Donald Trump y Joe Biden como favoritos, el abogado y ambientalista independiente demócrata Robert F. Kennedy Jr. estuvo de paso en Chile en enero de 1986. En aquella época se reunió con organizaciones de Derechos Humanos y representantes de la Iglesia Católica para conocer la situación del país en plena dictadura militar, generando un lazo que se reforzó con el tiempo mientras su figura política se consolidaba en camino al anhelado sillón de la Casa Blanca.

A 38 años de ese episodio, el hijo del senador y fiscal general Robert Kennedy y sobrino del expresidente John F. Kennedy –ambos asesinados a balazos- asoma como un postulante improbable para suceder a los dos últimos dos mandatarios. Y no sólo por su menor adhesión en las encuestas, sino por una condición médica que incide en una campaña donde pone énfasis en los temas ambientalistas junto a su reconocido rótulo de activista antivacunas.

En rigor más joven que ambos, su salud sería hoy una desventaja respecto a Trump (78 años) y Biden (81), aunque su vocera Stefanie Spear lo ironizó como “una sugerencia hilarante, dada la competencia”.

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El trasfondo es complejo, porque Bobby Kennedy Jr. comenzó en 2010-2011 a sufrir pérdida de memoria y neblina mental tan severas que los neurólogos diagnosticaron un tumor cerebral. Justo antes de someterse a una operación en el Centro Médico de la Universidad de Duke, un aviso lo evitó: un especialista del Hospital Presbiteriano de Nueva York sostenía que la causa podía ser un parásito muerto en su cabeza.

¿Apto para la Casa Blanca?

El propio paciente lo asumió con posterioridad señalando que “la anormal visión de mis escaneos fue causada por un gusano que entró en mi cerebro, se comió una parte de él y luego murió”. Y también reconoció el impacto de las secuelas porque “claramente tengo problemas cognitivos. Tengo pérdida de memoria a corto plazo y a largo plazo que me afecta».

La salud ha sido un padecimiento para el jurista, luchando además en los últimos años con la fibrilación auricular, una anomalía del ritmo cardíaco que aumenta el riesgo de accidente cerebrovascular, así como el proceso de quelación al que se sometió tras un envenenamiento por mercurio, debido a la ingestión excesiva de pescado y mariscos.

Como sea, hace pocos días The New York Times entregó revelaciones sobre el caso. RKJ cree que se contagió durante un viaje al Asia, luego que los especialistas afirmaran que podía tratarse de una larva de tenia del cerdo. La condición conocida como neurocisticercosis “es rara en países desarrollados, pero puede provocar síntomas como convulsiones, dolores de cabeza y mareos cuando las larvas comienzan a morir y causan inflamación en el cerebro”, se indica.

Para confirmar la hipótesis, la vocera Spear apuntó que Kennedy “viajó extensamente por África, Sudamérica y Asia en su trabajo como defensor del medio ambiente, y en uno de esos lugares contrajo el parásito”.

Como sea, en una declaración de divorcio de 2012, Kennedy admitió oficialmente que tenía problemas cognitivos, incluida pérdida de memoria a corto y largo plazo. Hoy, mientras Bush y Biden ponen en debate público su condición médica para postular a la Casa Blanca, el abogado continúa sus proclamaciones en distintos rincones de Estados Unidos impulsado por el sello político inclaudicable que caracterizó al clan Kennedy.

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