Nuestras actitudes tóxicas en una relación se explican desde las experiencias de la niñez, como por ejemplo, crecer sin un padre presente física o emocionalmente.
La ausencia de esa cercanía con nuestro progenitor, aunque no lo creamos, tiene repercusiones en la manera en la que nos vinculamos con los demás pues buscaremos repetir ese patrón en la adultez o bien, sus consecuencias hará que nos autosaboteemos.
Actitudes tóxicas en una relación que desarrollamos por crecer sin un padre presente física o emocionalmente
Dependencia emocional
Como estás eligiendo a una pareja desde la carencia afectiva de tu infancia, es habitual que hombres y mujeres tiendan a desarrollar dependencia emocional. Por el miedo a tener que perder de nuevo a alguien, o inconscientemente estar heridos por esa dinámica donde no obtuvimos amor de pequeños, no somos capaces de cortar determinados vínculos negativos, viviendo relaciones abusivas o infelices.
Problemas de regulación emocional
Tiene que ver con el tema anterior y por ello, en vez de regularnos emocionalmente a nosotros mismos de formas más sanas, lo buscamos en terceros poniéndole una carga pesada a la pareja pues esperamos demasiado de la otra persona. Hay quienes también lo lidian con adicciones a la comida, al alcohol, compras, videojuegos, entre otros.
Apego evitativo
Contrario a ser muy ansiosas en las relaciones, están aquellas que más bien evitan sus sentimientos y pueden ser ‘frías’, huir del compromiso o sostener únicamente vínculos amorosos superficiales. Tienen dificultad de establecer fuertes y duraderos vínculos afectivos por la herida de rechazo que quedó.
Pasivo agresividad
Una de las actitudes tóxicas en una relación más comunes al crecer sin un padre presente es que el miedo al abandono hace que nos callemos lo que sentimos para evitar conflictos. Esto crea resentimiento, comportamientos o palabras pasivo agresivas y lejanía. Busca no incomodar a los demás y se vuelven complacientes. Les cuesta poner límites.
Dificultad para lidiar con cambios
Los adultos que se criaron sin un padre pueden presentar dificultades para adaptarse a los cambios vitales, sufriendo de niveles más elevados de estrés, ansiedad y malestar, que impacta en todas las áreas de su vida.