Obviamente cuando nos dormimos, difícilmente sepamos que pasa a nuestro alrededor. Durante mucho tiempo la ciencia cuenta con una duda parecida, pero pasa más en saber qué pasa con algunos órganos del cuerpo humano cuando se está realizando el descanso, en especial, con el cerebro.
La Universidad de Northwestern, en Estados Unidos, desarrolló un estudio para comprender un poco más que le sucede al cerebro cuando la persona está realizando un descanso prolongado, dejando conclusiones y datos bastante importantes y reveladores.
Actuación del cerebro en sueño profundo
Titulado el estudio como Real-time dialogue between experimenters and dreamers during REM sleep (Diálogo en tiempo real entre experimentadores y soñadores durante el sueño REM), se descubrió que cuando alguien está dormido no está aislado de la realidad por completo y se agregó que es posible conversar con una persona dormida, abordando ciertos puntos básicos.
Leticia Martín Enjuto, psicóloga de la Universidad Pontificia de Salamanca, fue determinante en asegurar que se trata de un proyecto pionero que necesita más investigaciones antes de que la comunicación en tiempo real, con personas en estado de sueño REM, se convierta en una realidad práctica y generalizada.
La profesora Karen Konkoly, fue la directora principal de la investigación, estudiando a fondo el tema de los sueños lúcidos, tal como precisa Consciousness and Cognition. La muestra en el estudio agrupó a 36 participantes a quienes reclutaron a través de anuncios y que cumplían con ciertos criterios de selección, como ser tener un buen estado de salud general y no presentar trastornos del sueño diagnosticados.
Los investigadores utilizaron señales auditivas (tonos de audio cuyo objetivo era estimular a cada persona dormida, mientras soñaba). Esas señales las diseñaron para que el cerebro las detectara, pero sin despertar a los participantes.
Los resultados del estudio arrojaron que algunos participantes pudieron responder a las preguntas formuladas durante el sueño REM mediante movimientos oculares específicos. Esto sugiere la posibilidad de una comunicación limitada durante los sueños, pero, al margen de ello, no se logró conversar de forma fluida y completa con la persona dormida.