Un conmovedor caso se registró en Inglaterra al conocerse la historia de Coco, un perro de tan solo dos años, cruza de labradores, que debió ser internado para tratar su abstinencia al alcohol en el centro de rescate animal Woodside Animal Rescue Trust, ubicado en la ciudad de Plympton.
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El rescate de canino se originó luego de la muerte de su dueño y según el sitio británico The Telegraph, su ingreso al lugar asistencial se generó con otro perro que vivía junto a Coco en el mismo domicilio.
Alcoholismo de Coco y muerte de su amigo
Para sorpresa negativa de los veterinarios, Coco fue diagnosticado con alcoholismo ya que luego de distintos estudios sanguíneos en ambos perros, se descubrió que el antiguo dueño fallecido les permitía un consumo cotidiano de licor minutos antes del dormir nocturno.
Al fallecer el hombre, el par de animales comenzaron a sufrir severos episodios de ataques, propios de la abstinencia, lo que generó que lamentablemente su amigo no resistiera y muriera a los pocos días del rescate, en cambio Coco, para su suerte comenzó un largo camino de lucha hasta lograr la cura definitiva.
El centro de rescate emitió un comunicado que a la larga fue replicado en toda Inglaterra, para explicar la situación de Coco y concientizar a los lectores de distintos periódicos británicos sobre las graves consecuencias que se pueden generar cuando se le permite a los perros y otras mascotas ingerir alcohol.
“Nos gustaría presentarles al miembro más nuevo de la Unidad de Cuidados Especiales de Dunroamin, un niño encantador llamado Coco, que ha estado con nosotros durante más de un mes y ha requerido cuidados intensivos desde que llegó. Su historia es trágica y evidencia cuán vital es nuestra unidad de cuidados especiales”, indica la primera parte del informe.
Kirstin Stone, trabajadora en el refugio de animales, explicó que Coco fue supervisado minuciosamente durante su recuperación y remarcó que “ha sido monitoreado a fondo, con controles por hora. Fue un proceso largo, pero fue tan bueno durante ese lapso. Estamos muy agradecidos de que ahora está fuera de peligro; ya no tiene medicamentos y comienza a comportarse como un perro normal”. En el comunicado detallaron que “todavía no está listo para la adopción y, aunque físicamente parece haberse recuperado, a veces todavía se exhibe mentalmente muy ansioso”.