El mal de Alzheimer es una de las formas más comunes de demencia y deterioro cognitivo. Se trata de una enfermedad que afecta a la memoria y al comportamiento del ser humano que la padece. Generalmente aparece en adultos mayores, pero los adultos jóvenes no están exentos y también podrían presentar deterioro cognitivo.
Por muchos años, científicos se han abocado al intentar establecer cuáles son las causas de este tipo de demencia, pero los resultados no son del todo claros. Por ahora, las investigaciones muestran que ciertos cambios en el cerebro están asociados a este padecimiento, pero falta más análisis al respecto.
Además de la edad, otro factor de importancia a la hora de tener riesgo de padecer Alzheimer pasa por la genética, pues son más propensos aquellos con historial familiar directo con este diagnóstico.
Estos factores incidirán en el desarrollo de la enfermedad, la cual todavía no cuenta con una cura definitiva, aunque existen medicamentos pueden mejorar temporalmente los síntomas o retardar su progresión; ayudar a prolongar al máximo las funciones y a que las personas puedan desenvolverse de forma independiente por un tiempo.
¿Qué es lo primero que siente una persona con Alzheimer?
De acuerdo con especialistas, quienes tienen este problema cerebral presentarán diversas señales, las cuales alertarán de la presencia de déficit cognitivo. Una de las primeras marcas que sentirá y mostrará la persona con Alzheimer será la pérdida de memoria. Esto se manifiesta, por ejemplo, en olvidar información recién aprendida como una de las primeras advertencias del padecimiento.
También pasa que las personas no recuerdan fechas o eventos importantes, piden la misma información repetidamente, dependen de sistemas de ayuda tales como notas o dispositivos electrónicos o se apoyan en familiares para hacer las cosas que antes hacían solos.
Una persona con Alzheimer, al principio, puede ser consciente de que tiene dificultades para recordar las cosas y organizar los pensamientos. No obstante, con el paso del tiempo no será tan consciente y es más probable que familiares y amigos noten cómo empeoran los síntomas de demencia y la memoria de deteriora considerablemente.