Julio Robert tenía solo cinco años cuando algo le hizo clic para siempre. En una juguetería de Linares, frente a la decisión entre una pistola de agua y una caja de trucos de magia, eligió lo segundo, según cuenta a Publimetro. Sin saberlo, ese momento marcaría su destino. Hoy, con la misma energía con la que hacía trucos de magia en su infancia en Coyhaique, lidera uno de los programas más alegres de la televisión infantil chilena: “Efecto N”, en NTV. Este espacio lo lidera junto a Margarita Huenuil, más conocida como Laruchan.
Con una infancia donde le tocó aportar desde distintos frentes, Julio encontró en la magia su primer lenguaje con el mundo. “Ser valiente significa hacer las cosas aunque tengas miedo”, dice hoy con convicción, cuando se le pregunta qué consejo les daría a niños y niñas que sueñan con algo grande. Su historia es la prueba viva de eso: comenzó actuando a los 15 años, se formó en carreras tradicionales como Ingeniería Civil y Marketing, pero nada le hizo tanto sentido como hacer reír, sorprender y emocionar. Dejó las carreras y optó por sus sueño de convertirse en animador de televisión.
Su ingreso a la televisión llegó casi por azar, tras un casting para NTV que terminó transformándose en una oportunidad clave. Primero fue Tripulantes a Jugar, y desde 2024, lidera Efecto N, un programa pensado para niños, niñas y adolescentes donde se nota su verdadera pasión. “Poder entregarle a niños y niñas un lugar seguro donde puedan expresarse, jugar y sentirse identificados y representados” es, para él, lo más valioso de su rol. Dice que la energía le fluye sin esfuerzo, gracias al equipo creativo detrás del programa y al amor que recibe del público más honesto que hay: los niños.
Aunque la magia siempre será parte de su vida, hoy tiene claro dónde está su verdadera pasión. “Ser animador me apasiona. Pensé que la magia era lo mío, hasta que me paré frente a una cámara con un micrófono… y sentí que ese era el lugar para mí”, confiesa en exclusiva con Publimetro.
Su admiración por figuras como Felipe Camiroaga, Daniel Fuenzalida, Martín Cárcamo y Pancho Saavedra habla de su respeto por el oficio. Valora la autenticidad, la cercanía y la capacidad de conectar con la gente, cualidades que él mismo transmite cada tarde en la pantalla.
Además, fue el rostro elegido por TVN para representarlo junto a Daniel Fuenzalida en la gira por el norte del país en la última Teletón. Una experiencia que para él fue todo un hito. “Ver a los niños y niñas de distintos lugares de Chile llegar con dibujos, regalos y muchos abrazos, te llena de energía y hace que todo tenga sentido”, recuerda con emoción.
Julio no para. Pronto estrenará Mágica Ciencia, un nuevo proyecto en solitario en NTV que une dos de sus grandes pasiones: el asombro y el conocimiento. Y mientras sueña con algún día animar el Festival de Viña, vive en Santiago con su galgo adoptado, Nina —llamada así por Nina Simone—, con quien comparte paseos, juegos y mucha música. Nina es muy bonita, llegó a cambiar mi vida, pero para bien. Es un encanto! muy cariñosa y no solo conmigo. Saluda a todas las personas en la calle, a otros perritos y gatitos. Duerme casi todo el día, pero cuando la saco al parque, entiende que es el momento del descontrol y corre y juega sin parar. Adoptarla fue una de las mejores decisiones de mi vida”, afirma.
También es melómano, coleccionista de vinilos, y fan declarado de los clásicos de los 60, 70 y 80. En un mundo de pantallas rápidas y entretenimiento fugaz, Julio Robert representa una voz auténtica, un animador que no subestima a su audiencia infantil y un adulto que nunca dejó de creer en la magia, y que espera seguir creciendo en sus sueños, sin nunca dejar de creer en ellos.
