“Es terrible sentir que tu ‘leona interna’ no se viera representada en tu melena”. Con esa frase la actriz Antonella Ríos resume la angustia que le provocó la progresiva perdida de cabello.
Fue hace 20 años atrás, cuando grababa la teleserie Brujas en Canal 13 que Antonella comenzó su batalla capilar.
“El año 2005 yo estaba haciendo la teleserie Brujas y mi nivel de estrés era tan alto -porque estaba en un momento muy álgido de mi carrera, con mucha exposición y pocas posibilidades de descansar- que comencé a sentir una caída progresiva del pelo".
Su autoestima cayó al suelo, al igual que las motas de pelo que quedaban en la ducha y en su almohada cuando despertaba. Y su pesadilla recién comenzaba.
"Al final de las grabaciones yo ya tenía una colita más chiquitita. Me acomplejaba de muchas maneras. En la teleserie me costaba peinarme, era muy hipersensible de casco. Me tocaba y lloraba“, recordó.
Con esto, su seguridad como mujer se derrumbó y comenzó a buscar ayuda médica, con la modernidad que existía en ese tiempo, hace dos décadas atrás.
“En esa época realicé mesoterapia, que eran inyecciones en la cabeza y me funcionó bastante bien en ese momento”. Sin embargo, “eran súper dolorosas y me ayudaba a detener la caída, pero no necesariamente a que te saliera más pelo”, aclaró.
Posteriormente, al quedar embarazada, ocurrió el milagro.
“Cuando quedé embarazada, a diferencia de las demás mujeres, se me detuvo la caída y me empezó a salir más pelo, no sé por qué. Ahí se me afirmó el tema capilar”.
Pero esa alegría duró poco. “Como el tiempo avanza y me puse mayor, mi pelo comenzó a debilitarse”. Por lo tanto, volvió a ver parte de su femineidad sobre la almohada, relata la actriz.
Fue así cómo el algoritmo del celular la llevó a conocer tratamientos médicos para revertir la caída del cabello, encontrando el que la tiene ilusionada con resolver su problema de raíz.
Trasplante capilar: la solución a la caída de cabello
“Por redes sociales estoy vinculada con videos de crecimiento del pelo y trasplantes. Empecé a investigar y conocí a la gente de Nordic, a Daniel y a la, Su, que son especialistas que vienen de Suiza y trajeron toda esa tecnología a Talca y Santiago”.
Antonella asistió a la primera sesión donde la evaluaron y pudieron notar a simple vista que estaba quedando calva de la coronilla.
“Yo veía súper lejano el tema del trasplante, porque me imaginaba a un hombre totalmente calvo. Pero, no me tuve que rapar. Solo raparon la parte donante”.
Esa parte donante que eligieron de ella fue la parte posterior de la nunca. Pero, a diferencia como se realizaba antiguamente, que extraían una lonja de piel, en esta ocasión solo la raparon, para poder acceder a folículos que serían succionados.
Luego, cada uno de los folículos elegidos fueron insertados minuciosamente en su coronilla, haciendo un total de 515. Todo esto mientras conversaban feliz de la vida, solo con anestesia local, recuerda sonriente.
“Fue una gran experiencia. Nunca imaginé que iba a ser tan llevadero. Fue un procedimiento bastante rápido, sin molestias”, comentó a Publimetro, luego de las cuatro horas de sesión.
“Los folículos los he cuidado como huevitos sagrados. Después de dos semanas se cae todo y vuelven a brotar. No puedo usar gorros, tengo que lavarme con cuidado hasta el próximo control. Estoy feliz, porque sé que va a resultar muy bien”, contó respecto a un problema que antiguamente solo hacían visibles los hombres, pero que cada vez afecta a más mujeres como el caso de Coté López.