“Hueo... tenís que entrenar al Toro, porque este hueo... tiene que ganar. Sí o sí”. Con esas palabras Pangal Andrade le dijo a su entrenador Rodrigo Olivos que preparara a su amigo Raimundo Cerda para ganar la final de Palabra de Honor, reality que llegaría a su término a finales de abril.
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El preparados físico no tuvo problemas en aceptar a su nuevo alumno, a quien conoció en Perú cuando Pangal derrotó con amplia ventaja a Francisco Rodríguez y se quedó con el gran premio de Ganar o servir, gracias a su trabajada preparación.
En conversación con Publimetro, Olivos nos cuenta el duro entrenamiento que realiza Raimundo tres veces por semana en su gimnasio de Las Vizcachas, ejercicios que lo dejaron vomitando la primera vez. Aunque ahora, “el tipo es una máquina”, destaca.
“El trabajo es netamente anaeróbico. Mucho trabajo de resistencia muscular, potencia y resistencia cardiaca. Porque Rai ya tiene un trabajo muscular de larga data, entonces me es más fácil trabajar lo otro. Lo único que trabajamos muscularmente es la fibra rápida, el músculo deportivo, el músculo funcional, la fibra blanda, el músculo explosivo”, detalla.
Tes veces a la semana, Rai viaja junto a su hermano Cuco hacia el centro deportivo Orange Vizcachas, ubicado a los pies cordilleranos del Cajón del Maipo.
“La idea es aumentarle su VOMax que es su capacidad máxima pulmonar o cardiovascular y la hemos aumentado un montón. Está como un atleta”.
Olivos explica que realizó un cambio de mentalidad en el chico reality, quien acostumbraba a entrenar enfocado más en lo estético que en lo deportivo.
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“Ese es el cambio que yo le hice a su mentalidad. El trabajo deportivo, no el trabajo estético y como la mayoría de la gente no está acostumbrada al trabajo con deuda de oxígeno, entrenar ahogado, con poco descanso, muy explosivo, con mucha fuerza y potencia, su cuerpo llega al límite. Entonces, Rai dio todo lo que podía dar y terminó vomitando, muy fatigado”.
Así, llevan realizando trabajo de arrastre y tracción con mucho peso y ejercicios de pesas con pocos discos, pero muy explosivo. Además, mucha agilidad, elongación e incluso meditación para que se relaje y baje la presión.
“Ha funcionado. Se ha superado y mejorado harto desde el primer día”, destaca Olivos, reconociendo que tiene la mejor impresión de Raimundo, puesto que siempre se exige al cien por ciento.
“El Rai es un toro endemoniado. Estoy seguro que va a ganar”, sentencia el entrenador, quien ya coronó a Fabio Agostini y Pangal Andrade en la cima de los realities.