No será la primera ni la última persona en dejar de manejar un auto para viajar en transporte público en el país, pero el caso del humorista nacional Álex Ortiz causó sorpresa entre sus seguidores de redes sociales luego de publicar una historia de Instagram en la que contó que para ir al cine con su esposa optó por usar un transporte de aplicación.
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Las dudas surgieron inmediatamente entre sus fanáticos, quienes rápidamente se preguntaron porqué habiendo llegado hasta el escenario de la Quinta Vergara y tener una amplia cantidad de shows, no tenía un automóvil propio para movilizarse.
Los motivos de Álex Ortiz para dejar el auto
Algo que el humorista aclaró este jueves en conversación con lun.com, donde aseguró que si bien hace poco más de una década tuvo un vehículo pequeño, decidió venderlo porque “es un cacho”.
“Me acostumbré a andar así, en transporte público”, dijo Ortiz, quien insistió en que no tiene ninguna intención de volver a comprarse otro auto. “Voy a los shows en micro o en Metro y en la noche me devuelvo en Uber”, explica.
“Me estresa mucho manejar, que te chocan, que te gritan, he visto de todo y como los shows de comedia que hago están en bares en Providencia o Ñuñoa, cerca del Metro, igual me acomoda mucho más”, argumenta el humorista, quien justifica su decisión en que “además, yo trabajo de noche”.
“Así que igual andar buscando dónde estacionar, los tacos, que te roben los espejos. Es un cacho, al menos para mí, porque, aparte, uno igual después de los shows se toma una cervecita y ahí obviamente no podría manejar”, indica.
“Vivo en un departamento y tampoco tiene estacionamiento, tendría que arrendar o estacionarlo (el auto) en la bodega, jajá. Vivo en Independencia, como a 10 o 15 minutos del Metro, caminando. En el día caminamos y cuando vamos atrasados nos acercamos al Metro en Uber y así”, prosigue.
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La reacción de su público
“La gente se sorprende un poco. De hecho, una señora la otra vez me dijo en la micro: ‘¿Por qué no tiene auto? Si usted estuvo en Viña’, jajá. Eso me lo han dicho en todos lados, me gritan: ‘¡Cómprate un auto, Perico!’, o me dicen: ‘Usted tiene que andar en auto’. Y yo les explico que es mucho más cómodo así y que soy una persona normal”, continua su explicación el comediante, quien incluso ve una ventaja presupuestaria en su decisión.
“¿Si gasto menos? Imagínate, que el permiso de circulación, que los cambios de aceite, que los estacionamientos -que están imposibles de pagar hoy en Chile-, que el Tag, que las monedas para el que limpia los vidrios, la bencina, que sube todos los días”, afirma.
“Pese a que obviamente vas más apretado, a veces es mucho más rápido el Metro que el auto, porque los tacos que se hacen en las autopistas puede ser de 30 o 40 minutos. Por ejemplo, mi mamá vive en Maipú, toma el Metro en Plaza Italia y llega en 30 minutos a Maipú, y si le toca un tren con aire acondicionado, mejor”, dice.
“El Uber es un lujito, pero tampoco me sale tan caro, porque me voy de los bares a la casa y lo tomo como si fuera un gasto de la pega. Mi señora es la que tiene todo eso controlado en una planilla Excel, ella es la que ve las cuentas, pero de todas maneras, en el día tratamos de andar en Metro y micro”, finaliza.