La polémica chica reality, Oriana Marzoli, encontró dos personas que la están sacando de sus casillas en “Palabra de honor”. Se trata de Sergio Rojas y Faloon Larraguibel, quienes tocaron un tema que tocó una fibra en la venezolana, y la dejó enfurecida.
Todo comenzó en una actividad en donde Marzoli apuntó al periodista de espectáculos como alguien que quiere llamar la atención constantemente. Él le respondió que este no es el reality de ella y que está molesta por no tener un rol protagónico.
Oriana aseguró que debe tener 3 mil carencias porque antes nadie lo tomaba en cuenta. Recogiendo este punto, Rojas apuntó con todo en contra de su contrincante. “La gente que tiene carencias es la que no acepta que es morenita, la que no acepta el rostro que le dio la vida y se tuvo que operar mil veces”, lanzó.
El round con Faloon Larraguibel
Al día siguiente, llegó otro conflicto a las faldas de Oriana, después de que Faloon Larraguibel se burló de la preocupación de Marzoli por su pelo. Esto generó un conflicto entre las dos aludidas y Gala Caldirola.
La venezolana le aseguró que le faltaba un hombre para ser feliz, mientras que la exchica “Yingo” le comentó que ese no era su caso, y que ella necesitaba más amor propio.
Oriana le comenzó a gritar, y al notar su acento, Faloon le exclamó: “¡Volvió a sus raíces! ¡Volvió a sus raíces! ¡Que tiene que estar ocultando el apellido! ¡Tú sabes que (Marzoli) no es tu apellido, te vi y te pusiste nerviosa!“.
Mientras Larraguibel le recalcaba esto, la chica reality vociferaba: “¡Qué viva Latinoamérica! ¡Qué viva Colombia y qué viva Venezuela! ¡Bien orgullosa de mis raíces!“.
La exanimadora de “Sabores” cansada de discutir se retiró de la habitación, mientras que Oriana seguía gritando molesta, en donde también recordó a Sergio Rojas. “Uno que me dice que si me cambio el color de la piel y que no acepto mis raíces... ¡Y ahora va esta estúpida a decir que acepte mis raíces!“.
“¡Qué viva Venezuela! ¡Qué viva Colombia! Si hubiese sido colombiana, encantada. Si hubiese sido argentina, encantada ¡Patética! ¡¿Quién te crees que eres?! ¡Ridícula!“, continuó gritando.