Diego Figueroa, director y guionista chileno, debutó en la escena internacional con Patio de Chacales, una película presentada en la sección Nuevas Películas del Festival de Tallin PÖFF 2024. “Es mi primera película, y que haya llegado a un festival clase A es una grata sorpresa. Este tipo de eventos son competitivos, pero en el mejor sentido, porque compartes espacio con otros cineastas de todo el mundo que están en circunstancias similares a las tuyas”, comentó.
PUBLICIDAD
“El cine tiene el poder de conectar emocionalmente con temas del pasado; no se trata solo de recordar, sino de entender y generar empatía”, señaló Figueroa, quien considera que esta conexión es clave para abordar los vestigios de un régimen que sigue dividiendo a su país.
La idea de la película surgió de su cortometraje de título universitario, Los Vecinos, que también abordaba la convivencia forzada con la violencia en dictaduras. “Descubrí la historia de alguien que tenía un centro clandestino como vecino. Siempre me pregunté cómo sería vivir esa experiencia. Ese fue el germen, pero Patio de Chacales es una historia completamente distinta, más profunda y emocional”, explicó. Durante el desarrollo del filme, Figueroa ganó un fondo estatal chileno, un logro que describió como inesperado: “Escribí la primera versión del guion en 50 horas durante la pandemia. Nunca pensé que un fondo estatal lo financiaría. Fue un proceso de aprendizaje increíble”.
“Descubrí la historia de alguien que tenía un centro clandestino como vecino. Siempre me pregunté cómo sería vivir esa experiencia. Ese fue el germen, pero Patio de Chacales es una historia completamente distinta, más profunda y emocional”
— Diego Figueroa, director de ‘Patio de chacales’
Uno de los aspectos más llamativos de la película son las miniaturas que el protagonista utiliza para recrear lo que escucha al otro lado de las paredes. “Las miniaturas reflejan el control y la jerarquía. El personaje no tiene dominio sobre su entorno, pero encuentra una forma de explicarlo y procesarlo emocionalmente a través de estas construcciones. Es como si su psicología se manifestara en ellas”, detalló. Para Figueroa, estas escenas no solo aportan a la narrativa, sino que también invitan al público a reflexionar sobre cómo entendemos los espacios y el poder.
El estreno mundial en Tallin marca el inicio de un recorrido que, según Figueroa, busca consolidarse en las salas de cine. “Esta es una película pensada para ser vista en pantalla grande. Creemos en el impacto que tiene el cine en salas, especialmente con audiencias que no necesariamente están conectadas con el mundo del cine. Esa interacción es invaluable”. En Chile, la película tendrá su estreno nacional en el Festival de Viña del Mar, antes de llegar a las salas comerciales el 23 de enero de 2025.
Finalmente, Figueroa expresó su entusiasmo por el futuro de la película y el cine chileno: “Espero que Patio de Chacales resuene tanto en Chile como en otros países. Es un thriller psicológico que mezcla tensión emocional con reflexión histórica. Las audiencias ya han conectado con ella en festivales, y estoy seguro de que seguirá generando conversaciones necesarias sobre nuestra historia”.
¿De qué trata?
En el invierno de 1978, bajo el régimen militar de Chile en Santiago, Raúl Peralta, un fabricante de modelos arquitectónicos solitario y discapacitado, vive una vida tranquila con sólo su madre enferma y un canario como mascota como compañía. Su rutina se ve alterada por la llegada de nuevos vecinos cuyas siniestras actividades parecen ocultar oscuros secretos. Aferrándose desesperadamente a los últimos restos de su cordura, la vida de Raúl se entrelaza cada vez más con la de Guillermo, un hombre misterioso con gafas oscuras. A medida que la realidad se desmorona, los ecos del pasado de Raúl chocan con los horrores de su presente en un thriller psicológico que deja cicatrices profundas e indelebles.