Una intensa jornada vivió este miércoles 6 de noviembre el animador de televisión, Rafael Araneda, quien apenas llegó a Chile desde Miami, Estados Unidos, se dirigió a Mega donde fue presentado como el flamante compañero de Karen Doggenweiler en la animación del Festival de Viña 2025.
PUBLICIDAD
Así, durante toda la mañana estuvo recibiendo mensajes de buena onda, provenientes de todos los rostros del canal ubicado en Vicuña Mackenna, además de su familia -que estaban en contacto directo desde Miami- y una de sus hijas en el estudio.
Sin embargo, algo que no se vio en pantalla fue el regalo que recibió en el trayecto desde el aeropuerto al canal, donde la periodista Paulina Flores, quien también es conocida como “Tía Mega”, le hizo entrega de un completo kit y de un elemento fundamental para los trabajadores de la estación televisiva.
“¿Abre alguna puerta?”
De esa manera, primero le entregó el kit de bienvenida al canal, el cual contenía elementos muy útiles en toda oficina, como un juego de vasos, una botella térmica de agua y un vale de almuerzo.
Luego, recibió el regalo más importante para cualquier trabajador; ya que tal como cualquier funcionario de Mega, Rafael Araneda recibió la credencial que lo identifica como un trabajador más de Megamedia, instante en el que el animador de Viña hasta aprovechó para bromear preguntando “¿Abre alguna puerta o es de mentira?”.
Después y ya de forma más seria, el comunicador se sinceró con Paulina Flores sobre sus sentimientos al saber que volverá a subirse a la Quinta Vergara como anfitrión del certamen.
“Yo gozo Viña, lo paso bien, tienes momentos geniales, divertidos, tiene momentos complejos, pero así es Viña. Si lo comparamos con surf, algunas olas las puedes surfear, en otras no, la ola te supera. Es una fiesta”, aseguró Araneda.
Además, al ser consultado sobre su familia, Rafael Araneda aseguró que “van a venir, por supuesto. Yo creo que (Benja, su hijo menor) no cacha nada, no tiene idea lo que es. Vicente tenía la edad de Benja hoy día y dice ‘yo me acuerdo que la gente era súper simpática y yo no cachaba por qué eran tan amables’”.