El exseleccionado nacional Mauricio Pinilla se sentó en la silla de los invitados en el panel de “Tal Cual” de TV+, en donde se sentó con dos viejos conocidos: José Miguel Viñuela y Raquel Argandoña. Y pusieron en aprietos a la animadora al mostrar todos los titulares cuando descueró de lo lindo a Pinigol durante su escandaloso 2022.
Sin embargo, Mauricio llegó renovado al estudio y quería saber cómo sucedió este cambio de vida. “Yo vi el lado oscuro”, partió comentando. “Estaba desconectado de mis hijos, estaba alejado, no estaba preocupado de todos sus detalles, de todas sus cosas. No conversaba con ellos, no me dedicaba el tiempo para jugar ni escucharlos. Me di cuenta que estaba perdiendo el tiempo”, agregó.
Él logró darse cuenta después de sufrir una importante crisis de salud mental. “Yo me pegué una depre súper fuerte, me aislé, me encerré en mi casa, me copeteaba. No me preocupaba de mi familia, de los niños, de los cabros chicos y estaba en una depre súper grande”, confesó.
“Decidí salir de eso, decidí tratarme. Entré a una terapia de rehabilitación con especialistas que me ayudaron a entender mi problema, mi depresión que estaba tan profunda. Me medicaron, estuve en una clínica psiquiátrica internado un mes y medio”, continuó.
“Ahí dije que esto no podía seguir así, yo dije que quería recuperar el amor de mis cabros chicos, yo quiero recuperar el amor de mi familia, quería recuperar la relación que tenía con Gissella. Yo quería recuperar las cosas que había perdido en tan poco tiempo”, añadió.
“Hoy día me siento el hueón más feliz del mundo”
Él se sinceró y dijo que el proceso fue duro, ya que se presentaron situaciones que tenía que asumir y reconocer sus culpas. “Lo viví muy fuerte, me costó un montón, pero hoy día me siento el hueón más feliz del mundo, despertando con mis cabros chicos, acompañándolo al colegio, a sus tareas, en risas, en paseos”, reveló.
“Estando con ellos presente, que te digan ‘papá te amo’. Mi hija se había cambiado el apellido en Instagram porque estaba desilusionada de mí, y lo pasé como las pelotas”, añadió.
Argandoña le consultó sobre el entorno que lo rodeaba que quizás lo desvió del camino, y él respondió que no le echaba la culpa a nadie más que a él. “Cada uno es responsable de sus actos. Yo soy un hueón de 40 años, estar echándole la culpa a los demás sería muy hueón.
“Yo creo que fui el culpable de todo los problemas que tuve, me metí en cosas que no tenía que meterme. Son momentos que los tengo como experiencia, y hoy en día no volvería a cometer los errores que cometí en el pasado. Lo único que me interesa es ver crecer a mis cabros chicos sanos sin que le digan que el papá es ‘un carretero, un fiestero, un hueón bueno para el hueveo’, sino que le digan ‘qué ejemplo de papá tienes’”, cerró.