“Otra meta cumplida. Les presento la nueva adquisición, Lamborghini Huracán Spyder LP610-4″. Con esas palabras Nano Calderón mostró a sus seguidores su nuevo vehículo de alta gama. Se trata de un lujoso deportivo de color negro, avaluado en 287 millones de pesos.
Fue días atrás que el hijo de Raquel Argandoña y Hernán Calderón anunció que iba a renovar su Camaro SS 2015, aunque quizás nadie imaginó que el cambio sería del cielo a la tierra.
De hecho, ante las dudas de cómo conseguía los recursos para adquirir el vehículo de lujo, donde incluso, solo el Permiso de Circulación puede bordear los seis millones de pesos, Nano aclaró las dudas.
“Nano, dónde trabajas y ganas tanto dinero?”, le preguntó un seguidor, a lo que él no dudó en responder. “Dueño de una empresa de publicidad rey”, indicó el hermano de Kel Calderón.
La historia de amor de Nano Calderón
A través de sus historias de Instagram, sus seguidores le consultaron sobre cómo inició su historia de amor con su actual pareja, Rebeca Naranjo, con quien lleva una relación de más de 5 años. “Me hablaba desde el Instagram de su tienda y yo pensaba que era una vieja, así que no pescaba”, partió recordando.
“Hasta que una vez pillé el otro perfil y caché que estaba maomeno. De ahí la invitaba para que fuéramos a la playa y (me decía) que no. La invitaba a un hotel un fin de semana y tampoco. La invitaba a carretear y no carretaba”, contó.
Sin embargo, sus negativas no se daban por su desinterés en Hernán, sino que había otro motivo detrás. “Después me dijo que era porque mis invitaciones eran muy cuáticas para no conocernos y que ella hubiese preferido ir a comer. Pero qué wea uno puede ir a comer en un hotel rico en la playa también”, aclaró.
El ultimátum de Nano
Cansado de ser rechazado, él tomó una decisión radical. “Un día estaba terrible curado en el bar más feo que puede haber en Chile, y le dije a un amigo: ‘sabes que siempre me ha dicho que no, me aburrió. Voy a hablarle que si quiere venir para acá por última vez, y si me dice que no... era, la bloqueo no más’”, le relató a sus seguidores.
“Lo lógico era que no quisiera ir ni cagando ahí donde yo andaba yo y, sorpresivamente dijo que sí, ya que no conocía realmente donde yo andaba. Bueno, de ahí a lo que llegó, yo con cuea caminaba. La noche fue larga, pero no se puede contar el resto”, cerró Nano Calderón.