El exfutbolista, Luis “Mago” Jiménez, protagonizó una de las separaciones más sorpresivas, y lloradas, para los fanáticos de la farándula nacional. Él junto a Coté López anunciaron el fin definitivo de su relación de casi 20 años este pasado junio.
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La familia sigue siendo lo más importante, y hay cuatro hijos que lo unirán para siempre junto a María José: las trillizas Isidora, Rafaela y Rebeca, y el más pequeño, Jesús. Él conversó con Las Últimas Noticias en donde habló sobre el vínculo que mantiene con sus retoños.
“Nunca estoy solo porque siempre estoy con alguno de los niños (en su nuevo departamento). Siempre se van conmigo, el más chico prácticamente vive conmigo. Jesús es muy regalón. Él y una de las niñas viven casi toda la semana conmigo. Y los fines de semana vienen (a verme) o si tengo algo que hacer, se quedan con la José. Nunca he dejado de estar en contacto con mis hijos”, aseveró.
Él admite que no cocina mucho, así que cuando sus hijos están en su casa piden comida para la casa o van a comer afuera. Los intenta regalonear una vez a la semana, pero su foco es que principalmente coman saludablemente.
“En la mañana los voy a dejar al colegio, después voy a la oficina o tengo reuniones, luego los voy a buscar al colegio o acompaño a Jesús al fútbol, con las niñitas igual (las tres practican ese deporte y una de ellas también juega básquetbol). Con el más grande (Diego) nos juntamos para ir al estadio y él siempre va para el departamento. Sus hermanos lo adoran. He estado bien acompañado”, reveló.
¿Cómo está llevando esta nueva etapa de su vida?
Al ser consultado si es que le gustó amoblar su propio espacio, una vez que dejó la casa que compartía con Coté, él dijo que “son procesos. Siento que es algo que tenía que vivir, que tenía que pasar y lo estoy aceptando. Es algo que estoy viviendo, no lo estoy sufriendo. Creo que por eso de alguna manera lo estoy llevando bien”.
De igual forma, Luis Jiménez confesó que sigue en terapia y ya lleva dos años y medio. “El otro día lo comenté en Instagram y la gente se sorprendió. Ojalá todos fueran a terapia, pero lamentablemente es muy caro. La salud es cara y hacer terapia es caro y, pucha, es súper necesario. A mí me ha ayudado. He visto cambios y mejoras en mí. Es un proceso largo y me siento beneficiado”, reflexionó el empresario.
Finalmente, le consultaron a Jiménez cuál ha sido la clave para llevar bien este cambio radical en su vida, y él fue completamente sincero. “Es que no sé si los llevo bien. Cada uno los lleva a su modo. Siento que me he adaptado y he aceptado lo que me ha tocado vivir, en positivo, pensando que son procesos que tienen que pasar. Y pueden pasar muchas cosas peores. Yo estoy aceptando lo que me toca”, cerró.