Seguramente el deseo para muchas y muchos. Contar con un amplio walking closet para colgar los atuendos. Justamente eso fue lo que lució Raquel Argandoña en el capítulo de La Divina Comida, emitido la noche del sábado.
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Más que un closet, una verdadera tienda boutique. Así parecía debido a sus grandes dimensiones el cual, al parecer, solo será superado por el que está construyendo Pangal Andrade en el Cajón del Maipo para su pareja Melina Noto.
La animadora de Tal Cual y madre de Kel y Nano Calderón mostró su amplio departamento ubicado en la comuna de Las Condes, cuando recibió a sus invitados Pancha Merino, Rambo Ramírez y Karim Bianchi.
El amplio walking closet incluía una repisa del suelo al techo donde tenía sus zapatos taco aguja ordenados. Dos espejos de tamaño cuerpo completo en el fondo y una especie de banca alcolchada que en el medio del pasillo, dividendo las dos alas del lugar.
“Esta es mi chochera, yo antes lo guardaba todo en cajas, en la bodega, si quería ponerme algo no encontraba nada. Pero ahora lo tengo todo aquí. Trato de ordenar por colores, aunque no siempre me resulta”, contó, consignó Página 7.
Argandoña por término con Félix Ureta
En la conversación junto a los demás invitados, dio a conocer el feo gesto que tuvo su expareja, Félix Ureta, cuando ella sufrió un grave dolor estomacal en México, por el cual tuvo que ser internada de urgencia y la obligó a devolverse a Chile para internarse.
En sus palabras, la animadora reveló que el hombre que estuvo junto a ella durante varios años, no le entregó ningún tipo de apoyo e incluso le dijo que no fuera “un cacho” para él.
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“Cuando estuve enferma en Cancún, la última vez que casi me morí, yo lo llamé y me dijo ‘¿qué quieres que haga?, las fichas están dadas ¿De qué me sirves?, ¿me vas a servir solamente para estar en la cama?, para esa cuestión por último como a la carta, pero no seas un cacho para mí’”, desclasificó.
Ante esto, Francisca Merino, quien también fue una de las comensales en el programa culinario, le reconoció que ella siempre vio con malos ojos a Ureta.
“Yo no te dije nada...pero yo realmente no lo soportaba”.