Dos hombres amantes del fútbol que se conocen hace años y tienen un bagaje de historias, por un momento, dejaron de lado las charlas de deportes para abrir su corazón. Pedro Carcuro entrevistó a Carlos Cazcely en su último capítulo de “Pedro Pé”, en donde hablaron sobre las pérdidas de sus seres queridos.
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El “rey del metro cuadrado” recordó un momento que compartió con el periodista cuando comenzó a jugar para Colo Colo a finales de 1978, y ahí estaba su amada difunta esposa, María de los Ángeles. “Mi gran maestra, compañera, capitana de mi equipo”, alabó a su mujer que partió hace más de dos años.
Por esto, Carcuro le consultó cómo ha estado su vida, en referencia a la ausencia de su mujer, y sinceramente le contestó que mal. “Yo tengo 31 meses y 3 días, o 2 años, 7 meses y 3 días (desde que falleció). Estoy como los presos, todos los días hago una rayita. Ha sido muy difícil para mí, muy difícil”, confesó el exfutbolista.
“Cuando una mujer te acompañó en todos, las buenas, las malas, las maduras... cualquier detalle es un recuerdo. Entonces, es muy difícil, trato de sonreír, estoy sonriendo, cosa que hace unos meses no hacía”, agregó el ídolo del deporte nacional.
La emotiva confesión de Pedro Carcuro
Pedro Carcuro sabía exactamente lo difícil que es sobrellevar la pérdida de un ser querido, esto debido a que su hijo menor Franco, quien sufría de depresión endógena, se quitó la vida el 2009. “Hay que aprender a convivir con un dolor permanente, que no se va”, señaló el relator.
Esta conversación motivó a Pedro a compartir un hecho de su vida privada que nunca había dicho públicamente. “Te voy a contar una intimidad, Carlos. Esto no lo he dicho nunca públicamente. Te lo voy a contar a ti, por el afecto largo que hay”, partió.
“¿Tú sabes de dónde vengo hoy en la mañana, cuando estamos grabando este programa? Yo vengo del Cerro San Cristóbal. ¿Por qué fui? Porque en un rincón del Cerro San Cristóbal, por expreso pedido de él, tiramos las cenizas de mi hijo Franco y hoy es el aniversario de fallecimiento de mi hijo”, dijo con los ojos llorosos.
Carlos Caszely, conmovido por la historia, le confesó que eso también le hace recordar a su señora, cuyas cenizas están bajo un árbol.
