El último capítulo, de la segunda temporada de Dale Color, podcast conducido por Euge Lemos tuvo como invitada a la actriz Alejandra Fosalba, quien a sus 54 años desclasificó sus rutinas de belleza, habló de los prejuicios que ha enfrentado por ser fashionista y reveló cómo ha sido envejecer en pantalla.
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La actriz de Mega, se reconoce amante de la moda desde pequeña, fan de las blusas y de ajustar ella misma su ropa y la de sus hijas cuando eran pequeñas. Sin embargo, aseguró que este gusto por la moda no siempre fue tan feliz contando que ha sentido prejuicios pero confesó que “nunca me importó, me encanta ser así”.
En ese andar de los juicios, contó que se dijo así misma: “siempre me ha gustado el deporte, trabajo para eso, por qué no lo puedo mostrar. Siempre había prejuicios, gente que conozco me decía, ‘te veía venir toda ajustada’ y decían ‘esta galla es súper pesada’ y después me decían pero no, eres súper simpática”.
Desde que partió su carrera, la actriz ha sentido esa evaluación constante debido a su gusto por vestir bien, “para la época no lo tomé tan mal, seguí adelante (…) vamos que se puede, porque si no, te quedas ahí hundida en le fango y eso no está hecho para mí (…) si estoy siendo considerada así, no importa, creo en el universo y en las energías y todo cae por su propio peso”.
Pero el tiempo pasó y la actriz, ya suma 30 teleseries a su carrera, con ello también se le presentaron algunos desafíos, “tengo la ventaja de ver cómo envejezco en pantalla. Voy viendo cómo voy envejeciendo teleserie a teleserie, cómo se marcan ciertos rasgos, cómo salen ciertas arrugas, entonces ha sido bueno de algún modo, porque cada teleserie que empieza, de verdad, yo empiezo a verme de lejos”.
Como para entender, contó a Eugenia que “uno graba y después te muestran la escena. Yo grababa las primeras escenas y me miraba de lejos como que no quería ver, en todas las teleseries me pasó lo mismo, ya la segunda semana voy acercándome y en la tercera semana, ya como que digo ‘ya chao’, aceptación y tener la capacidad de ver otras cosas como, por ejemplo, qué bien quedó la escena”.
Además enfatizó en que “me siento orgullosa de la edad que tengo, porque he logrado cosas, todas las cosas que he querido, en general y con mucho trabajo. No sólo en la parte de trabajo, sino que en la parte emocional también, como tener una familia, tener hijas, tener un marido de tantos años, que tu sabes que es muy difícil (…) tengo 54 años y he logrado hacer todo lo que he querido, he logrado estudiar teatro que fue venirme de Concepción a estudiar, después trabajar en lo que a mí me gusta, ser independiente”.