El motivo que provocó la renuncia de Iván Cabrera al reality show “Gran Hermano” es más fuerte que cualquier cosa: el amor. Al ver a su pareja, Titi Malgrini, entrar por el portón negro para realizar la actividad del congelado, en donde seres queridos visitan a los participantes, él selló su destino en el programa.
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A pesar de que su salida fue repentina, el “Potro” admitió que antes no había pensado en renunciar al reality show. “De repente te dan ganas de irte, pero nunca he sido una persona que no piensa en cumplir con lo que parte”, le confesó a Publimetro.
“Toda mi vida me dediqué a muchas cosas por este trabajo y siempre terminé lo que partí, como correspondía. Por eso, la única forma que yo me podía ir del programa era que pasara una cosa grave fuera que necesitara de mi presencia a un nivel familiar, algún tema importante”, aseguró.
Pero ver a su esposa lo cambió todo. “Entonces, sinceramente ver a mi esposa fue el hecho cuando dije: ‘pucha, aquí está todo lo que quiero tener cerca’. Y al otro lado está mi familia. Así que por eso no más me fui, pero no tenía intención alguna de irme”, aclaró.
El reencuentro con su amor
“Para mí lo más difícil fue estar lejos de mi familia”, admitió sobre su experiencia en el encierro. “Soy un hombre de familia, un papá, que tiene la fortuna y el privilegio de dejar a sus hijos en jardines o en colegio (...) Yo tengo la fortuna de que siempre pude estar con mis niños en todo momento”, agregó Iván.
“Entonces, no tener eso de un momento a otro, era lo que más me pagaba, fue muy duro. No tener a mi esposa, a mi compañera, la madre de mis hijos, mi consejera, con quién yo me río, a quien le cuento mis cosas”, añadió.
El bailarín no se imaginaba que podía llegar a su esposa, ya que siempre tuvo mala suerte con esas actividades, pero había una leve esperanza en su corazón. Él se rindió pensando que volvía el contacto con Diana Bolocco, y entró Titi.
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“Fue impactante, fue sorprendente, se me secó la boca. La frecuencia cardíaca me llevó a las nubes. No sabía qué hacer, tampoco yo tenía muy claro lo que se hacía en el congelado; cuánto rango de movimiento tenía, qué es lo que podía hacer, qué es lo que no podía hacer”, admitió el exintegrante de “Gran Hermano”.
“Solamente con verla, sentí que ahí estaba todo lo que yo quería, todo lo que yo anhelaba, todo lo que yo extrañaba. Entonces, obviamente salí antes de que se dijera ‘descongelado’ y antes de que me dieran una sanción. Definitivamente, lo que yo quería realmente era irme con mi esposa a mi casa”, cerró Iván Cabrera.