La española Nidyan Fabregat reveló este domingo que gracias al nacimiento de su hija Mía, hace ya 11 meses, su vida dio un giro más que positivo debido al reencuentro que tuvo con su madre, Kadiya, con quien no tenía contacto hace 15 años.
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Desde la sureña ciudad de Linares, donde está radicada hace algún tiempo, la exparticipante de programas juveniles en la tevé chilena reconoce haber “perdonado por completo” a su madre, quien en su infancia decidió dejarla bajo el cuidado de su abuela materna desde los seis meses.
El reencuentro de Nidyan Fabregat
Un distanciamiento que se prolongó hasta sus ocho años, cuando supo de la existencia de Kadiya, con quien nuevamente perdió contacto cuando optó por radicarse en Chile.
No habíamos hablado en unos 15 años. Al ver las fotos por Internet de Mía lo primero que me dijo mi madre fue que se parece mucho a mí de bebé
— Nidyan Fabregat
“No habíamos hablado en unos 15 años. Al ver las fotos por Internet de Mía lo primero que me dijo mi madre fue que se parece mucho a mí de bebé”, sinceró en lun.com la española, feliz con su nuevo rol de madre. “Es tan linda ella. A los cuatro meses me dijo ‘mamá’. Quedé loca. Estaba con el médico y me dijo que Mía es una niña muy adelantada”, dijo.
Retomando los detalles de su nuevo contacto con Kadiya, Fabregat recuerda que “ella no me contactó sino hasta cuando yo tenía casi ocho años. Me contó quién era y ahí me enteré de todo. Pero para mí ella era una desconocida porque nunca volvió por mí”.
Una distancia que con el nacimiento de Mía quedó en el olvido gracias al primer contacto que una hermana suya hizo con ella al conocer de la existencia de la bebé. “Ella me buscó y hablamos. Luego contacté con mi madre que estaba muy preocupada. Ha sido muy lindo volver a saber de ellos, escucharlos”, afirma Nidyan, quien solo espera mantener esta relación más cercana con su madre y hermanas.
“Yo a mi madre biológica la he perdonado por completo. Ahora yo también soy madre y hay que perdonar, nadie es perfecto. Con los años empiezas a entender cosas y sólo me queda agradecerle por darme la vida. ¿Sabes? Es la mejor forma de enseñar a mi hija. El rencor no te lleva a ninguna parte”, finalizó.